A mediados del mes de Julio ya subí este pico, el más alto de la provincia de Málaga, y en estas vacaciones pude disfrutar nuevamente de sus maravillosas vistas. En esta ocasión tuve el placer de poder hacerlo en compañía, Paco, un amigo que conocí en la Pinsapo de este año y que reside en Velez me acompaño en la primera salida de altura del 2013.
Quedamos a las 10,30 del día de reyes, después de ver como los niños mostraban sus caras de sorpresa por los regalos que los Reyes Magos les habían dejado me dispuse a recoger a Paco.
Salimos para Canillas donde aparcamos y nos pertrechamos, en mi caso con más ropa de la cuenta, ya que pensaba que iba a pasar frío en la subida, en verano en la cima hacía un viento que te dejaba de piedra, y pensé que en el mes de diciembre la cosa estaría peor.
Cuando empezamos, el sol pegaba y la temperatura era agradable, empezamos corriendo y lo alternamos con algún tramo a paso ligero, Paco estaba en forma y poco a poco se me iba, en los primeros instantes podía llegar casi hasta él, pero con el tiempo solo lo pillaba cuando se paraba a sacar alguna foto o a contemplar el paisaje.
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Fuente de la Rábita |
Enseguida llegamos a la Fuente de la Rábita y desde aquí contemplamos los estragos del fuego, me comentó Paco que a finales del verano se había quemado, menos mal que la zona no era muy extensa, Paco se me distanciaba otra vez, el calor ya me convenció para quitarme la camiseta de manga larga y quedarme con la corta. Llegamos al collado donde el verano pasado salí tras mi perdida en la subida, el barranco de los Almanchares, aquí la zona no estaba ya quemada, olía a Pino, la resina dejaba su agradable aroma, y las cabras montesas nos espiaban desde los roquedos.
Pasamos por la fuente de la Gitana que soltaba un hilillo que me hacía la boca agua, no había cogido nada de comida y tan solo dos mini botes de agua, poco a poco íbamos perdiendo el bosque, hasta que después de unos cuantos zig-zag ya solo teníamos rocas y mas rocas, Paco le metía caña y me llevaba con la lengua fuera, pero disfrutando, se alejaba de mi vista, yo la desviaba para poder observar las estupendas vistas, Málaga, el pantano de la Viñuela, la Vega de Velez, y una multitud de pueblecitos blanquecinos.
Sabía que el final no esta lejos, a Paco no le veía, eso quería decir que ya habría hecho cima, la cima casi llega sin darte cuenta, ya que cuando llegas te topas casi de morros con el vértice de la cima, y en efecto, después de 1h40 toque cima, disfrutamos de unas vistas aun más magnificas, los campos cereal de Granada y su emblemática Sierra Nevada con su blancura.
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al fondo Sierra Nevada |
Estuvimos más de la cuenta en la cima, ya que cuando estábamos a punto de irnos llegaron dos montaneros con sus perros y le dedicamos un rato a la conversación. Tras pasar un agradable rato le dimos a la zapatilla para afrontar la larga bajada, esta vez si paramos en la fuente de la Gitanilla, tenia una sed tremenda y el agua estaba buenísima. Llegamos a la zona quemada cuando vimos unos excursionistas y al acercarnos a nos solicitaron ayuda para indicarles la dirección de una ruta, eran extranjeros, un hombre que parecía japones y dos chicas, después de darle vuelta al libro que traían, y mirar y mirar, nos dimos cuenta de que estaban fuera del mapa, se habían confundido de ruta y habían subido muchísimo y en otra dirección, la ruta que buscaban era circular alrededor de Canillas, en busca de unas pasarelas, cascadas y un río, y claro, a la altura que estábamos, ni había pasarelas, ni río y menos cascadas, se comieron 300-400m de desnivel, estaban por encima de los 1100m y su ruta iba sobre los 800, pero bueno, por lo menos nos encontraron y se ahorraron una buena caminata. Emprendimos de nuevo la bajada para en poco más de una hora desde la cima, beber de la fuente que preside Antonio de Canillas junto al ayuntamiento.
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Antonio de Canillas |
Un día perfecto, una ruta preciosa y en buena compañía, en la primavera seguro que podemos repetir algo parecido...