Lo que empezó en su día como una
“chaladura” del Gran Javisa, a la que respondió la simpática Saioa, se ha
convertido en una autentica aventura a la que este año han respondido 18
ultracorredor@s(Javisa, Saioa, Pau, Scofield, Hector, David, Jordi, Oscar,
Marcos, Plasin, Edgar, Angel, Roberto, Antonio, Martin, Toño, Lorenzo, Alvaro y
el menda) y cinco asistentes (Teo, Viteri, Silvia, Lorena y Andrea) con dos furgonetas,
una pasada.
Lo que se iba cociendo los meses
antes de la aventura daba miedo, crecía sin parar, y sin darnos cuenta se había
montado una logística que bien la quisieran tener muchos ultras.
El sábado a las 20.30 estábamos
18 personajes disfrazados con mochilas, gorras, chubasqueros y vestimentas de
lo más variopintas, dando colorido a la solitaria intermodal de Huesca, con dos furgonetas en las que íbamos
metiendo, con un orden militar, marcado por el sargento Teo que se encargaba de
tenerlo todo bien ordenado y controlado para una perfecta asistencia, en la
otra furgo, íbamos metiendo las aportaciones para los
avituallamientos…increíble!, daban miedo, creo que podíamos haber pasado todo
el mes corriendo con lo que había, y luego además, celebrarlo, porque no
faltaba ni el whisky.
Con cierta incertidumbre por el
tiempo y tras un discurso de Teo por el bien de todos, nos dirigimos hacia el
casino para hacer la foto oficial, y
tras los gritos de Teo “q somos? Jabalís o personas?, somos jabalís!” salimos
con los ánimos y aplausos de los amigos, familiares y gentes que flipaban al vernos
correr por un Coso peatonal.
antes de salir de Huesca |
Dirigimos nuestros pasos por el
Coso Bajo y la de Plaza de toros, con la
mirada atónita de la gente que nos ve pasar, estamos muy entusiasmados, además
la lluvia nos ha respetado en nuestra salida, con el chubasquero puesto muchos
empezamos a notar calor, y antes de meternos en la pista que nos llevará a
Apies tenemos una parada logística para quitarnos ropa de abrigo.
Ya en la pista de Apies empieza
verdaderamente la Ossan ,
el barro empieza a presentarse para no abandonarnos ya en toda la Extrem , la lluvia también hace acto
de presencia para aparecer y desaparecer
en varias ocasiones. Antes de pisar la carretera de Apies ya oímos los
gritos de Teo y sus chicas, estábamos empezando, pero así iba a ser imposible
flaquear.
Tras un breve transito por la
carretera volvemos a la pista para llegar al primer banquete en la plaza de
Apies, no sabias que tomar, todo perfectamente preparado con mesas y sillas,
ánimos, aplausos y gritos de aliento, vaya vidilla para el pueblo.
A partir de aquí la lluvia se
empeño en acompañarnos de verdad y la temperatura bajo un poco, mirando atrás
todavía disfrutábamos de las últimas luces de la civilización y delante nuestro
podíamos vislumbrar las formas de las peñas del Salto del Roldan, antes de
llegar disfrutamos de un “idilico” campo de alfalfa que parecía no tener fin…
No tenía claro cuanto faltaba, ya
que nunca había corrido por este tramo, pero Teo con sus gritos nos daría
alguna pista. Efectivamente!, Teo, Viteri, Silvia, Lorena y Andrea con sus
gritos, rompían el silencio de la noche y nos anunciaban que faltaba poco para
el segundo banquete.
avituallamientos de Salto de Roldan |
El despliegue era excepcional,
todo organizado y colocado para poder abrigarnos y tomar caldito, café,
tortilla, empanadito…sí, sí, también había geles y barritas, pero creo que esta
vez no tuvieron mucho éxito.
Salimos con muchas ganas y nos
adentramos poco a poco en la soledad, aunque sería a partir de Lusera cuando empezaría realmente, antes
fotito en el dolmen de Belsue.
Este tramo hasta Lusera, debe ser
muy chulo, con los sucesivos túneles, habrá que volver para verlo de día…
Javisa iba marcando el ritmo,
porque cuando se descuidaba algunos se entusiasmaban y todavía quedaba mucha
noche…y día.
La lluvia ya nos había dejado un
poco tranquilos y pudimos disfrutar nuevamente de otro banquete, con Teo
arreándonos para que no nos quedásemos fríos y no perdiésemos mucho tiempo,
desde aquí solo nos quedaba subir al bonito pueblo abandonado de Lusera, y
ahora sí! adentrarnos en la soledad de estas tierras abandonadas por las gentes
que en su día con tanto esfuerzo levantaron unos muros que ahora poco a poco se
vienen abajo, Ibierque da fe de ello, y a los pies de su iglesia hacemos una
parada técnica para tomar algún tentempié, la Guargera se hace presente, y su
soledad y los kilómetros, hacen que en estos tramos algunos estemos pensando en
“nuestras cosas”.
avituallamiento de Lusera |
Otro avituallamiento en Gésera,
con un esperado caldo, y más ánimos, aplausos y gritos, que hacen que algún
vecino precavido oteé por los resquicios de las ventanas, aquí dejamos
constancia de nuestra presencia con unas fotos en el “trono” para el control de
Teo.
Gesera |
de vez en cuando daban alguna cabezada |
La memoria me falla un poco, pero
creo que desde aquí tuvimos algunos tramos especialmente pesados, por decirlo
de alguna manera fina, tramos de pista en los que el barro te dejaba un capa de
buena argamasilla y que por momentos te pegaba al suelo, en varias ocasiones creía
que iba a perder la zapatilla, cuando el terrero te hacía soltar un poco el
barro, empezaba otro tramo más largo todavía, esto nos acampanó hasta el
amanecer, o por lo menos, desde aquí, se hizo menos pesado, no llevaba apenas
agua y antes de Allue no me quedaba ni gota, pero ya casi divisamos nuestra
primera meta que era Osan.
No quedaba nada, el sol nos iba
dando la bienvenida, y nos acercaba poco a poco al último tramo de carretera a
Osan, las voces y griterío de nuestros asistentes y de los corredores que ya
habían llegado nos daban el aliento para afrontar las rampas finales, y por fin
pasamos por el arco de meta más de una hora antes de que empezara la carrera.
últimas rampas a Osan |
gritos de aliento |
preparadas para recibirnos... |
la esperada llegada |
Por supuesto ya teníamos
preparado todo como hasta ahora, no teníamos que hacer ningún esfuerzo por
buscar nada, bolsa de corredor, ropa de recambio, y el banquete final: más
tortillas, croquetas, pechuga, jamón, caldito, café…y sí, alguna cosa más
normal supongo, como coca cola, pero a la que no preste ninguna atención…
la perdición... |
Teníamos más de una hora para
cambiarnos de ropa, comer bien, y pensarnos si dábamos el último paso para
terminar esta gran aventura…correr la carrera, que es realmente a lo que
habíamos venido. Algunos dudamos tengo que reconocerlo, pero finalmente, casi
todos nos animamos.
había que recuperarse |
a cambiarse |
a por el último capitulo |
De la carrera que contar, una
temperatura ideal, algo de barro, un paisaje precioso con una cascada como
nunca, muchísima gente, y a sufrir…
Oscar Plasin |
Pau |
Durante los primeros kilómetros
salí tranquilo, el mogollón de gente que tenía delante, el barro y las pocas
fuerzas se encargaron de ello. La verdad estaba mejor de lo que pensaba, por lo
menos hasta la cascada, solo sus vistas y el camino serpenteante con todo el
colorido de los corredores, te hacia olvidar el cansancio, pero un poco antes
de la cascada me pego un bajón impresionante, me quede sin fuerzas, pienso que
el avituallamiento de Osan tuvo la culpa, las croquetas no dan alas…aún quedaba
un poco para el avituallamiento y se me iba a hacer largo, vi pasar a Javisa
con su hija, a Saioa, a Roberto… y a otros muchos corredores y corredoras, no
podía apenas correr unos metros para acercarme al ansiado avituallamiento, pero
todo llega y por fin pude meterme en el cuerpo algo de gasolina para correr, el
“exquisito” acuarius que hasta ahora apenas había probado, naranja, plátano,,,
y a correr, bueno, andar prácticamente
hasta que empezábamos la bajada.
Martin |
Al principio baje con cuidado por
el barro, y las pocas ganas y fuerza que tenia, pero según bajaba me encontraba
mejor, me pegó un subidón, casi no me lo creo, empecé a pasar a alguno de los
que me habían pasado en la bajada, y lo mejor me sentía muy bien, parece
mentira que después de 80
kilómetros el cuerpo te permita correr así, el caso es
que no se de donde saque las fuerzas, pero llegué bastante contento y
disfrutando como un niño, los gritos de nuestras guapísimas asistentes me daba
la fuerza para recorrer los últimos metros de “castigo” tras pasar por la
plaza.
Esto tocaba a su fin... |
David y Marin |
Tras llegar y abrigarme un poco, entablamos conversación mientras
esperábamos la interminable cola para las migas, con granizada incluida, me
cambien de domingo y ahora sí, puede atacar las migas, apenas las puede probar
y dar un trago de cervecita cuando ya nos teníamos que ir a Huesca, Martin ya
había llegado poco después, y como no teníamos vehículo, había que buscarse la
vida para no volver a pie o en bici como hizo Oscar Plasin.
las estrellas de la noche |
En resumen, un ambiente
excepcional, buena compañía durante toda la noche, animada por las
conversaciones y las risas con todos los corredor@s, un recorrido agradable a
excepción de algún tramo de pista pestoso, un noche con una temperatura buena
para correr, unos avituallamientos de matricula, unas y unos asistentes de
lujo, que habrá que fichar sin ninguna duda, y el convencimiento de que el año
próximo año repetiremos aunque sea de asistente, y finalmente el mayor
agradecimiento para Javisa por empezar todo esto con Saioa, y a Teo y sus acompañantes
(Silvia, Lorena, Andrea y Viteri) por lo fácil que nos lo han puesto, y como
no, al resto de corredores por hacerme pasar una noche tan agradable…