lunes, 10 de junio de 2013

1ª Integral Tozal de Guara

Lluvia, lluvia y, más lluvia. Agua por arriba y agua por abajo. Desde el primer momento el agua y el barro estaban presentes por todos los sitios. Todo empezaba ya en el parking, que se iba llenando poco a poco de barro, y en los primeros compases de la carrera, en la pista que nos acercaba al barranco de la Pillera, más barro, menos mal que en las nueve veces que cruzamos el barranco nos “limpiamos” las zapatillas. Pero como digo, no solo caía agua de arriba, también por abajo, con el cruce de barrancos como el de la Pillera o la bajada a la Fabana, el cruce de pequeños barrancos y arroyos, que en otras ocasiones no llevan agua o apenas un hilillo, y sino el transitar por los caminos y sendas que en muchas ocasiones llevaban más agua que los arroyos, todo esto creo un clima peligroso en algunos casos pero muy divertido en la mayoría…    
por fin vimos a Martin otra vez

Esta vez acudí con Martin, que poco a poco se va recuperando de su lesión, partimos de la Villa de Siétamo a las 6.30, con hora para llegar relajados, cambiarnos y poder desayunar algo con la conversación del resto de corredores. En poco más de una hora nos plantamos en Nocito, el día estaba como esperábamos, totalmente encapotado y con una ligera llovizna.
Después de todo el ritual de preparos,  con una mochila más cargada de lo que en un principio tenía pensado, algo de ropa de abrigo de repuesto, escuchamos las últimas instrucciones, como ya nos temíamos, se acortaba el recorrido, la bajada del Tozal se haría por el mismo sitio que la carrera corta, la niebla posiblemente nos impediría vez la señalización en los llanos de Cupierlo, por lo demás todo igual, solo incidir en que tengamos cuidado, por el terreno resbaladizo y en especial en el cresteo del Fragineto.
tren hacia la niebla... 

Salida rápida por una pista embarrada hasta los topes, y divertidos vadeos en La Pillera, pero menos peligroso que en otras ocasiones, porque si tienes que estar pensando en que piedra pisar para no mojarte, lo más seguro es que acabes mojándote y muchas veces hasta cayéndote, con el peligro de lesionarte, pero en esta ocasión ya mojados, todo p`lante.

Después, dura subida al collado de Petreñales, en el que teníamos avituallamiento sólido, y a divertirse en la bajada hasta la Fabana, una bajada increíble, pero en esta ocasión disfrute de lo lindo, una bajada a fuego, y ya metidos en el Calcón, sin miramientos por el agua.
Pasamos por la Fabana, y pequeña subida para llegar al siguiente avituallamiento sólido en El llano de la Carasca. Cogemos fuerza, y a afrontar lo más duro, en mi opinión, de la carrera.
¿será por aquí...?

Una dura subida al Montidinera, se hace larga, muy larga, pero llegar llegas. Desde este punto tendríamos unas estupendas vistas, pero la niebla y el día encapotado no nos deja ver mas allá de nuestras narices. Aunque en esta ocasión mejor así, y no ver lo que nos espera, por que la bajada que nos espera por una pendiente muy bien marcada, pero digamos ”divertida”, hace que más de uno clave en culo, en el mejor de los casos, en el barro, tras pasar por el collado y tomar algo de líquido en el avituallamiento, emprendemos la dura subida la Fragineto, es dura también, pero a mí se me hizo más llevadera que la anterior, aunque el cresteo que se hace algo pesado, y más con la niebla.
Antes del Pico de Corcurezo tomamos un desvió en rápido y divertido descenso para llegar de nuevo a Petreñales, reponemos fuerzas para afrontar la última gran subida, el Tozal espera.

Los primeros metros los llevo más o menos bien, pero poco a poco me voy quedando sin fuerzas, ya me quedaban pocas, en el Fragineto había notado que flaqueaba un poco y aquí se iba confirmando, según avanzaba me desinflaba como nunca, poco antes de meterme en la pedrera, casi no podía dar una paso, y si no llegar a ser por un corredor que venía también un poco tocado, Javier Urraza del Sarrios, no sé como hubiese llegado, este fue ya mi compañía hasta cruzar la meta, habíamos compartido también la subida a Montidinera.
los grandes protagonistas...los voluntarios

Pero volviendo al tema, llegamos a Guara y allí estaban los valientes voluntarios, que valor, creo que fueron los verdaderos héroes de la carrera, el servicio que prestaron y los ánimos que nos daban durante toda la carrera no se paga con dinero.

Desde la cima rápido descenso, aunque con un poco cuidado por el miedo a las caídas, en poco tiempo desvió para llegar al refugio de Fenales, el descenso tenía de todo, tramos con mucha pendiente, en la que tenías que frenarte un poco para no pegarte un tozolazo, otros técnicos, unos muy ¡hay!, ¡hay!, por los continuos resbalones que te ibas pegando, y finalmente uno muy agradable y corrible para presentarte en el avituallamiento de Fenales.
la pócima mágica

Salimos con muchas ganas de llegar, pero aun nos quedan algo más de 10km, unos metros de pista y ¡zas!, otra vez una bonita bajada por una senda trialera, un tramo muy chulo, que hubiéramos disfrutado más con unos rayos de sol, que por cierto en algún momento parecía querer salir.
Pero una pequeña “tachuelilla” nos separaba de la meta, Javi Urraza me pregunta lo que dura, le contesto, que lo suficiente para cansarte de subir, y así fue, pero todo se acaba, y nos metemos en un descenso rápido, con un montó de agua corriendo a nuestros pies, aunque ya no llovía, el camino parecía un arroyo, en muchos tramos se corría muy bien, pero en otros muchos los continuos resbalones y alguna que otra caída hacían que te “acordases” de mucha gente, pero sobretodo disfrutando del paisaje y de los impresionantes árboles, creo que robles, que flanqueaban buena para del camino.
mi último saltito...
Un último vadeo sobre el río,  para “limpiar” las zapatillas de barro y a afrontar los últimos dos kilómetros que nos separan de la ducha.

Después de seis horas me presento en la meta con  Javier, parecía que nunca ibamos a llegar, pero lo bueno siempre se acaba…


Rápido a la carpa a devolver la pinza electrónica, ducharme y quedarme como nuevo, ya de domingo, una estupenda comida con buena compañía para contrastar diversas “aventuras” y despedirnos, ya con sol, de este bonito pueblo que tan bien nos acoge todos los años.


martes, 4 de junio de 2013

1ª Edicion Crestas del Infierno

Gavín nos espera, para ofrecernos la 1ª edición de la carrera “Crestas del Infierno”. En un día perfecto, con una temperatura ideal, y la ausencia de un viento que nos ha acompañado durante muchas jornadas, disfrutamos de una estupenda jornada por unos parajes sorprendentes.

Debíamos de afrontar algo más de 27km y unos 1700m+, en la carrera larga, 150 corredores, y sobre 19km y 1200m+, en la corta, 50 corredores.

En esta ocasión me desplacé con Oscar Plasín, Martin está todavía un poco tocado y prefiere recuperarse bien, sobre las 8.20 estábamos haciendo cola para recoger el dorsal. Unos cuantos saludos a los corredores habituales y al grueso de Peña Guara, éramos más de 10 y a enfundarnos la “ropa de trabajo”.
Melet-Lorente...¡máquinas!

En principio la mañana se presentaba un poco fresca, por lo menos a la sombra, y con el susto del viento de estos días y el cresteo que teníamos que hacer, algunos nos abrigamos más de la cuenta, en mi caso, una térmica y la camiseta de manga corta.

Unos metros de salida neutralizada y, ¡Pummm!, cohete de salida, y a dar una vueltecita por el pueblo, para ya sí,  empezar a subir por un zig-zag que desemboca en una pista  y entrar tras unos metros en una senda, estrecha y con fuerte pendiente.

En el primer avituallamiento líquido me tomé un pequeño respiro para quitarme la térmica y pegar un trago de agua. Antes ya había notado que las piernas no me iban muy finas, y había visto pasar a Oscar y a la pareja Melet- Lorente sin poder aguantarles mucho tiempo.
...vaya tela la subidita

ya llego, je, je...

La subida era continua, tan solo una pequeña bajada que sabía a poco después de este primer avituallamiento, sendas entre bosques, caminos por estupendos prados, todo ello con fuertes pendientes y con unas vistas estupendas, espectaculares y sorprendentemente bonitas, a la vez que duras, Peña Roya, Sabocos y Fajalata, todas ellas con un montón de nieve, nieve en la lejanía, pero también nieve bajo nuestros pies, durante algún que otro tramo tuvimos que pisar nieve, y algunos, algo más que eso, debido a algún que otro resbalón inesperado.
a disfrutar de la bajada
aquí no me pilla nadie
  
Llegamos a Puñero, punto en el que nos separamos los de la carrera larga y corta, nosotros seguimos el ascenso hasta Sarase (2.200m), punto más alto de la carrera, aquí bajada muy técnica, una bajada increíble, a tumba abierta, disfruté como nunca, bajé como un desalentado, pero disfrutando mucho, mucho, tanto que me han salido unas pedazo ampollas en las plantas de los pies, que no se como voy a estar para Guara…
La navarra Leire bajando a toda máquina

La subida casi sin tregua había durado cerca de 10km, y sobre el km15 nos espera un magnífico y esperado avituallamiento sólido, que aproveché bien para cargar las fuerzas perdidas e intentar reponerme para aguantar los más de 12km. que nos quedan, aunque alguno que preguntó le dijeron que solo le quedaban 8…será el calor.
Peña Guara: ten points

Después de una tramo rápido de pista con buen firme, nos metemos en un sendero precioso que transcurre entre un bosque de hayas y robles que habían dejado una capa de hojarasca en el firme que hacían que volaras. En poco tiempo nos presentamos en la ermita de San Bartolomé, desde aquí el calor y las pocas fuerzas de mis pobres piernas hacen que vaya flaqueando, y la compañía de Javisa que en estos últimos kilómetros me había deleitado, se iba alejando, una pista con “ligera” subida hacía que me tuviera que detener en varios tramos para coger fuerzas, durante varios km. estaba haciendo la goma e incluso pasando a Javier, pero finalmente…la goma se rompió.
Durante la bajada disfruté, pero también sufrí mucho, primero por el cansancio y después por el dichoso pantaloncito corto que se quedó sin goma y se me iba bajando, y yo todo el rato tirando para arriba, en una de esas un mal movimiento hizo que me diera un tirón y bajara el ritmo en la bajada, esto se junto, como digo, con el cansancio y con las piedras sueltas en este ultimo tramo.
las vistas fueron impresionantes

Los últimos kilómetros se hacen un poco largos, las fuerzas ya no acompañan, y un descenso que muchas veces engaña y tira más “p´rriba que p´bajo”, hacen que te vayas desinflando, menos mal que se huelen las  migas y esto te anima a pegar un último achuchón y plantarte en meta.

Decir que Apilluelo fue el primero en cruzar la meta, y en féminas, la simpática navarrica, Leire Fernández, una máquina, décima en la absoluta, a tan solo 18 minutos del primero.
El maestro Shaolí, gran salto, gran persona...y gran fotógrafo


Y para finalizar, una estupenda duchita con agua caliente, y unas miguitas con cerveza y buena compañía…que más se puede pedir.

gracias a todos los voluntarios
                                   CLASIFICACIONES Y DESCARGA DE DIPLOMAS