01/12/2013
Otro año más de esta bonita kedada tan familiar, sobre 20 corredor@s nos dimos cita en el acogedor pueblo de Belsué.
A las 10 de la mañana con un solecito bastante agradable estábamos
listos para ir trotando por el Gr. hasta
Nocito, tres corredores lo hicieron por la carretera, recorrido original, por
cierto.
Mesón Nuevo |
Antes, los Siétamo Runners, Martin y yo, salimos del Mesón
Nuevo, tres o cuatro kilómetros más, para llegar a Belsué, una bajada muy
agradable con un sol que nos hizo parar para desprendernos de alguna capa,
gorrito, guantes y demás…
saluditos en Belsué |
Enseguida, y después de la foto y saludos correspondientes,
emprendimos la Galopada, los primeros instantes vas calentando y disfrutando de
los bonitos colores de un otoño que iba tocando a su fin, pues numerosos
árboles han perdido su follaje.
parriba... |
¿dónde están los esquís? |
Varias conversaciones y unas cuantas fotos nos plantan sin
casi darnos cuenta en la Pardina de Ascaso, lugar de acampada juvenil de muchos
jóvenes de nuestra quinta, un camino corto pero divertido nos deja en el
Flumen, aquí me retraso un poco para degustar las aguas de una fuente que surge
junto a su lecho, fresquita y buenísima.
Pardina |
a volar |
partes intimas |
el Flumen bajaba helado |
Santa María de Belsué al fonfo |
Seguimos disfrutando del excelente piso del camino y del
colorido de entorno, llegamos a Santa Maria de Belsué, aldea despoblada de
propiedad privada en estado de ruina pero que posee una iglesia románica del
s.XI, bastante interesante, aquí casi rozamos la carretera para alejarnos
nuevamente, tras sendear un poco y cruzarnos con el numeroso grupo de Peña
Guara que estaba de ruta por estos lares, llegamos después de una empinada
subida con algún rastro de la última nevada a Lúsera, aquí nos habían preparado
un avituallamiento junto a la iglesia, unas maravillosas vista sobre la cara
norte de Guara y Belsué acompañaban una distendida conversación, mientras que
abajo se abrían paso los tres valientes que iban por carretera.
grupo de Peña Guara |
también tengo que salir yo, ¿no? |
picoteo en Lúsera |
otra salgo, aunque sea mi sombra... |
Aquí nos esperaba además de un avituallamiento, la familia
de Martin y mi hijo, con los que íbamos a hacer los tres últimos kilómetros de
bonita y divertida bajada que nos separaban de Nocito.
En menos de lo que esperábamos, llegamos al pueblo, que lucia un buen color, con un sol que le daba de pleno, y tras cruzar el puente medieval sobre “nuestro” río Guatizalema dimos por finalizada la primera parte de la Galopada.
Después de una duchita de agua caliente emprendimos la
vuelta a Belsué para afrontar la segunda parte de esta dura Galopada…
Estuvimos un rato merodeando por este cada vez más arreglado
pueblo, que disfruta de unas vistas preciosas, y que sin viento y con Lorenzo
pegando era una delicia, los niños se entretenían con algún gallo perdido y
algún animalito de granja.
Esta vez y como éramos menos, entramos todos en el mismo
local, los niños disfrutaron en unos macarrones y de un lomito, y los grandes,
de la típica y sabrosísima alubiada, de la que algunos más que tripitimos, de
un lomito con setas exquisito, todo ello aderezado con un vino casero de
“tierras de Siétamo” y aderezado con una estupenda conversación con los
presentes en la mesa, las amables gentes del pueblo y con los CORREDORES
OSCENSES que son los precursores de esta Galopada, y para finalizar kilos y
kilos de empanadico casero de manzana y calabaza elaborado por Ana Marí.
Después vinieron los licores, pero con esto muchos ya no podíamos…
Finalizamos así un día en el que
tanto nosotros, los corredores, como nuestras familias, lo pasamos
estupendamente. Para el próximo año seguiremos reservando un huequecito para
esta comida… perdón, quiero decir para esta carrera.
Agradecer a este grupo de gente
fantástica, tanto a los corredores como a las gentes de estos pueblos por su
desinteresada colaboración y compañía, por hacer de este, un día tan especial,
es difícil que tanto los corredores como nuestras familias disfrutemos tanto en
una carrera.
Gracias desde Siétamo, y el hasta
el año que viene.