A las 4.45 salí con Martin de
Siétamo, llegamos a Alquezar en poco más de 30 minutos y después de coger el “crotal” fuimos a buscar el dorsal que
nos habían cogido el día anterior, una vez uniformados, saludos y fotos con la
numerosa plantilla de Peña Guara, esta vez éramos un enorme rebaño.
Para ser la seis de la mañana
había bastante gente en la línea de salida, después de todas las presentaciones
y de la canción dedicada a la carrera por el corredor Salva Rambla, salimos
tras el estallido del cohete anunciador.
Esta vez tenía pensado ir con
Martin para no dejarme llevar por la euforia y pagarlo después, la bajada hasta
el Puente Villacantal fue lenta dado la gran cola que teníamos que esperar y la
noche que paraba un poco los ánimos, la noche le daba otro encanto a esta
primera parte del recorrido, los cientos de luces que serpenteaban la bajada de
Alquezar a Villacantal eran una pasada, merecía la pena volver la vista hacia
atrás y disfrutar de este pequeño espectáculo.
Lo único malo de salir tan pronto
es que nuestro paso por las pasarelas pierde un poco su encanto pero por lo
demás esa horita nos iba a servir para pasar menos calor.
De nuevo en Alquezar, ya había
amanecido y el bullicio animaba, después de recargar el estomago, a emprender
la subida a Quinzans, la subida poco a poco, con la conversación de Martin se
hacía más llevadera. Casi sin darnos cuenta y disfrutando de lo lindo,
estábamos de camino a al avituallamiento de la Virgen de la Viña, lo más
comentado en nuestra conversación era el magnífico tiempo que nos acompañaba,
esto nos permitía tener menos desgaste para seguir afrontando los kilómetros.
En el avituallamiento, a seguir
recargando el estómago sin olvidar los líquidos, esta vez si que estuve
pendiente de beber regularmente, más vale tarde que nunca.
La bajada al barranco preciosa
como siempre, y con la habitual presencia de de Ramón Ferrer, para dejar
constancia.
Ahora empezaba una de las partes
más temidas, además de por su dureza por el calor que siempre nos acompaña en
esta zona, pero en esta ocasión el sol apenas había aparecido, así que la
subida al avituallamiento de las Almunias no fue tan duro, por cierto los
avituallamientos, fabulosos, para quedarse un buen rato, que bien entraba esa
pan con aceite, que bien se lo están montando Paú, Kike y compañía, están
haciendo esta carrera insuperable, lo van a tener difícil para ir mejorando año
a año, están dejando el listón muy alto.
en lo alto de Balcés |
Ahora tocaba, y creo que hablo en
nombre de la mayoría de los corredores y corredoras, el tramo más odiado, la
subida a Balces, paciencia, buena conversación y …resignación, porque, que
larga se hace, mira que la he subido un montón de veces pero parece que nunca
llegas, pero como dicen, lo buen siempre se acaba…y lo malo también.
Rodellar |
Poco antes de acabar de subir nos
pasan Nacho y compañía, ya no les volveríamos a ver hasta la meta, un carrerón
el que se pegaron, nos tocaba bajar, y poquito a poquito nos plantamos en Rodellar,
aquí el sol ya ha aparecido, dan ganas de quedarse en una terracita a tomarse
un buena cerveza, buen ambiente y buen avituallamiento, un poquito de pasta
para recargar, algún hidrato, más liquido y a seguir, aquí como decimos ya no
hay retorno, si pasas es para seguir como sea.
puente de las Cabras |
Bajamos al puente de las Cabras y
empezamos la subida por la Sierra, se nos hace un poco larga, pero la presencia
de Plasín para darnos ánimos nos da un pequeño empujón para seguir adelante,
emprendemos la bajada al Mascún, y vamos en busca de la Fuente del Mascún, que
aunque es necesario un pequeño desvió merece la pena, ahora ya toca dirigirse a
buscar una de las tachuelas hacía Otin, la Costera, aquí nos encontramos a
Javisa, que parece un galgo, está poniendo cintas que algún gracioso ha tenido
a bien quitar para que nos demos un paseo directo al barranco, que gente…
Nos acompaña hasta llegar arriba
y se queda a esperar a Roberto Anés, que viene para hacer de escoba.
la Costera |
Dirigimos nuestros pasos ya hacia el abandonado pueblo
de Otin, breve descanso para cargarnos de hidratos y a buscar uno de los sitios
más espectaculares de la carrera, las Fajas del Mascún, impresionante, este año las
he disfrutado de lo lindo, corriendo a toda pastilla, parando a sacar fotos, a
observar el paisaje, a sentir las paredes de piedra…
fajas de Mascún |
Salgo de las fajas sin Martin, se
ha debido quedar, le he esperado bastante rato pero decido seguir a Letosa y
esperarle descansando bajo la sombra de un árbol, las voluntarias de este
avituallamiento creo que este año se llevan el premio de las más simpáticas,
aunque todas los son, se portan maravillosamente, pero su tarta de chocolate me
encandiló, poco más pude hacer aquí, la cabezada apenas duró un par de minutos,
Martin no tardó en llegar y enseguida emprendimos la marcha.
avituallamiento de Letosa |
En le tramo que nos separa de Las
Bellostas, prácticamente fuimos juntos, aquí compartimos algunos metros con
parte de los Guara team, y notando ya los kilómetros y las piedras que parece que nunca se acaban llegamos
al avituallamiento más completo, aquí paramos un rato más para recargar bien,
encantados de ver a muchas de las voluntarias habituales.
Comenzamos la subida al collado
de Pedro Buil con ganas, Martin nunca había subido de día por este lugar,
disfrutará delpaisaje.
Con la noche acechando vamos subiendo
poco a poco, parece que nunca llegamos, pero esto me lo conozco bien y antes de
que anochezca estamos sentados sacando la ropa de abrigo y los frontales, y
después de tomar unos frutos secos, salimos con el frontal ya preparado para
cumplir sus ultimas horas de carrera.
Este tramo es el que más pesado
se le hace a Martin, la verdad que a mi no me gusta mucho tampoco pero más
tarde o temprano llegaremos al Mesón de Sevíl, en esta ocasión ha sido más
tarde, lugar en el que parece que ya se ha acabado la carrera pero que si no
estas fino para poder correr se te puede hacer eterna.
Aprovechamos para tomar un
caldito mientras nos tapamos con una manta para no coger frío, un poquito de
pan con aceite y jamón, que ya casi no entra tan bien como al principio pero
que es necesario para poder afrontar los casi 20 kilómetros que nos quedan.
Empezamos la bajada poco a poco
para calentar las patas que se debían de haber olvidado que había que seguir.
El primer tramo se hace fácil pero desde el desvío de la pista para buscar la
Virgen de la Viña, es eterno, por más veces que he pasado por este lugar,
sabiendo que tengo que tener calma y paciencia para llegar, nunca lo logro y
siempre se me hace largísimo, y eso que esta vez contaba con la compañía de
Martin.
Pero al final, llegamos, a
diferencia del anterior tramo, desde aquí hasta Radiquero me encanta, siempre
voy a toda pastilla, pero en esta ocasión nos lo tomamos más tranquilamente, se
trataba de llegar, Martin lo estaba haciendo mucho mejor que en otras ocasiones,
y yo no me podía quejar dado los kilómetros que he hecho este año.
Llegamos a Radiquero, esta vez no
tomamos el delicioso chocolate que siempre nos ofrecen con todo el cariño, las
ganas por llegar superan lo golosos que somos, además a Martin le acecha su
“bestia negra” …superMichel, no podemos dejar que ningún frontal nos rebase,
así que para delante, apretamos todo lo que podemos, que es poco y vemos como
se nos acercan algunos frontales, y nosotros también nos acercamos a otros,
cuando ya casi hemos subido nos pasa el frontal que nos pisaba los talones,
falsa alarma, no era Michel, pero y si sí, había que hacer un esfuerzo y bajar
como suelo hacer en otras ocasiones hasta Alquezar, a toda caña, pero Martin ya
le queda poca gasolina y a su estomago no le podemos pedir mucho, que de
momento esta salvando la papeleta, le voy empujando para que no afloje, pasamos
a algún corredor y le voy empujando hacía meta, las luces están ahí, ya casi
vemos sin frontal, Alquezar se nos presenta grandiosa, con su Colegiata
presidiendo todas esas luces, ya estamos callejeando, aplaudidos y animados por
las gentes que todavía aguantan por sus calles, afrontamos la calle con su
alfombra roja, esos aplausos finales, y a Pau recibiéndonos con la medalla de
allegador, otro más y ya son seis las veces que el equipo de Siétamo Runners
recibe esta medalla y seguro que no es la última.
Después de esto felicitaciones
del resto de Peña Guara que casi esta al completo, platito de pasta, que por
cierto estaba impre..sionate, tras un
charla con el resto de corredores de fatigas nos vamos a duchar y descansar al
albergue, que nos lo merecemos.
Como siempre agradecer a toda la
organización y voluntarios su eterna amabilidad y lo que disfrutan con su
trabajo, ya que año a año repiten muchos de ellos, nos seguiremos viendo…