martes, 13 de octubre de 2015

VII Ultra Trail Guara Somontano

Y ya van seis las ocasiones en las que me dispongo a disfrutar de este entorno único, si la semana pasada me puede deleitar con los verdes montes del Parque Natural del Gorbea en la Gorbeia suzien, este finde he disfrutado y de verdad, de nuestra querida Sierra de Guara, muchas son las veces en las que he participado pero en esta ocasión he disfrutado enormemente, dado el poco entrenamiento que he acumulado este año, he podido observar, mirar y oler este paisaje por el que tantas veces he pasado y en muchas ocasiones sin apenas fijarte.

A las 4.45 salí con Martin de Siétamo, llegamos a Alquezar en poco más de 30 minutos y después de coger el “crotal” fuimos a buscar el dorsal que nos habían cogido el día anterior, una vez uniformados, saludos y fotos con la numerosa plantilla de Peña Guara, esta vez éramos un enorme rebaño.  
 
Para ser la seis de la mañana había bastante gente en la línea de salida, después de todas las presentaciones y de la canción dedicada a la carrera por el corredor Salva Rambla, salimos tras el estallido del cohete anunciador.
Esta vez tenía pensado ir con Martin para no dejarme llevar por la euforia y pagarlo después, la bajada hasta el Puente Villacantal fue lenta dado la gran cola que teníamos que esperar y la noche que paraba un poco los ánimos, la noche le daba otro encanto a esta primera parte del recorrido, los cientos de luces que serpenteaban la bajada de Alquezar a Villacantal eran una pasada, merecía la pena volver la vista hacia atrás y disfrutar de este pequeño espectáculo.
 
Lo único malo de salir tan pronto es que nuestro paso por las pasarelas pierde un poco su encanto pero por lo demás esa horita nos iba a servir para pasar menos calor.
De nuevo en Alquezar, ya había amanecido y el bullicio animaba, después de recargar el estomago, a emprender la subida a Quinzans, la subida poco a poco, con la conversación de Martin se hacía más llevadera. Casi sin darnos cuenta y disfrutando de lo lindo, estábamos de camino a al avituallamiento de la Virgen de la Viña, lo más comentado en nuestra conversación era el magnífico tiempo que nos acompañaba, esto nos permitía tener menos desgaste para seguir afrontando los kilómetros.
En el avituallamiento, a seguir recargando el estómago sin olvidar los líquidos, esta vez si que estuve pendiente de beber regularmente, más vale tarde que nunca.
La bajada al barranco preciosa como siempre, y con la habitual presencia de de Ramón Ferrer, para dejar constancia.

Ahora empezaba una de las partes más temidas, además de por su dureza por el calor que siempre nos acompaña en esta zona, pero en esta ocasión el sol apenas había aparecido, así que la subida al avituallamiento de las Almunias no fue tan duro, por cierto los avituallamientos, fabulosos, para quedarse un buen rato, que bien entraba esa pan con aceite, que bien se lo están montando Paú, Kike y compañía, están haciendo esta carrera insuperable, lo van a tener difícil para ir mejorando año a año, están dejando el listón muy alto.
en lo alto de Balcés

Ahora tocaba, y creo que hablo en nombre de la mayoría de los corredores y corredoras, el tramo más odiado, la subida a Balces, paciencia, buena conversación y …resignación, porque, que larga se hace, mira que la he subido un montón de veces pero parece que nunca llegas, pero como dicen, lo buen siempre se acaba…y lo malo también.
Rodellar
Poco antes de acabar de subir nos pasan Nacho y compañía, ya no les volveríamos a ver hasta la meta, un carrerón el que se pegaron, nos tocaba bajar, y poquito a poquito nos plantamos en Rodellar, aquí el sol ya ha aparecido, dan ganas de quedarse en una terracita a tomarse un buena cerveza, buen ambiente y buen avituallamiento, un poquito de pasta para recargar, algún hidrato, más liquido y a seguir, aquí como decimos ya no hay retorno, si pasas es para seguir como sea.
puente de las Cabras

Bajamos al puente de las Cabras y empezamos la subida por la Sierra, se nos hace un poco larga, pero la presencia de Plasín para darnos ánimos nos da un pequeño empujón para seguir adelante, emprendemos la bajada al Mascún, y vamos en busca de la Fuente del Mascún, que aunque es necesario un pequeño desvió merece la pena, ahora ya toca dirigirse a buscar una de las tachuelas hacía Otin, la Costera, aquí nos encontramos a Javisa, que parece un galgo, está poniendo cintas que algún gracioso ha tenido a bien quitar para que nos demos un paseo directo al barranco, que gente…
Nos acompaña hasta llegar arriba y se queda a esperar a Roberto Anés, que viene para hacer de escoba.


la Costera

Dirigimos  nuestros pasos ya hacia el abandonado pueblo de Otin, breve descanso para cargarnos de hidratos y a buscar uno de los sitios más espectaculares de la carrera, las  Fajas del Mascún, impresionante, este año las he disfrutado de lo lindo, corriendo a toda pastilla, parando a sacar fotos, a observar el paisaje, a sentir las paredes de piedra…
fajas de Mascún
 
Salgo de las fajas sin Martin, se ha debido quedar, le he esperado bastante rato pero decido seguir a Letosa y esperarle descansando bajo la sombra de un árbol, las voluntarias de este avituallamiento creo que este año se llevan el premio de las más simpáticas, aunque todas los son, se portan maravillosamente, pero su tarta de chocolate me encandiló, poco más pude hacer aquí, la cabezada apenas duró un par de minutos, Martin no tardó en llegar y enseguida emprendimos la marcha.
avituallamiento de Letosa

En le tramo que nos separa de Las Bellostas, prácticamente fuimos juntos, aquí compartimos algunos metros con parte de los Guara team, y notando ya los kilómetros y las  piedras que parece que nunca se acaban llegamos al avituallamiento más completo, aquí paramos un rato más para recargar bien, encantados de ver a muchas de las voluntarias habituales.
Comenzamos la subida al collado de Pedro Buil con ganas, Martin nunca había subido de día por este lugar, disfrutará delpaisaje.
Con la noche acechando vamos subiendo poco a poco, parece que nunca llegamos, pero esto me lo conozco bien y antes de que anochezca estamos sentados sacando la ropa de abrigo y los frontales, y después de tomar unos frutos secos, salimos con el frontal ya preparado para cumplir sus ultimas horas de carrera.

Este tramo es el que más pesado se le hace a Martin, la verdad que a mi no me gusta mucho tampoco pero más tarde o temprano llegaremos al Mesón de Sevíl, en esta ocasión ha sido más tarde, lugar en el que parece que ya se ha acabado la carrera pero que si no estas fino para poder correr se te puede hacer eterna.
Aprovechamos para tomar un caldito mientras nos tapamos con una manta para no coger frío, un poquito de pan con aceite y jamón, que ya casi no entra tan bien como al principio pero que es necesario para poder afrontar los casi 20 kilómetros que nos quedan.
 
Empezamos la bajada poco a poco para calentar las patas que se debían de haber olvidado que había que seguir. El primer tramo se hace fácil pero desde el desvío de la pista para buscar la Virgen de la Viña, es eterno, por más veces que he pasado por este lugar, sabiendo que tengo que tener calma y paciencia para llegar, nunca lo logro y siempre se me hace largísimo, y eso que esta vez contaba con la compañía de Martin.
Pero al final, llegamos, a diferencia del anterior tramo, desde aquí hasta Radiquero me encanta, siempre voy a toda pastilla, pero en esta ocasión nos lo tomamos más tranquilamente, se trataba de llegar, Martin lo estaba haciendo mucho mejor que en otras ocasiones, y yo no me podía quejar dado los kilómetros que he hecho este año.

Llegamos a Radiquero, esta vez no tomamos el delicioso chocolate que siempre nos ofrecen con todo el cariño, las ganas por llegar superan lo golosos que somos, además a Martin le acecha su “bestia negra” …superMichel, no podemos dejar que ningún frontal nos rebase, así que para delante, apretamos todo lo que podemos, que es poco y vemos como se nos acercan algunos frontales, y nosotros también nos acercamos a otros, cuando ya casi hemos subido nos pasa el frontal que nos pisaba los talones, falsa alarma, no era Michel, pero y si sí, había que hacer un esfuerzo y bajar como suelo hacer en otras ocasiones hasta Alquezar, a toda caña, pero Martin ya le queda poca gasolina y a su estomago no le podemos pedir mucho, que de momento esta salvando la papeleta, le voy empujando para que no afloje, pasamos a algún corredor y le voy empujando hacía meta, las luces están ahí, ya casi vemos sin frontal, Alquezar se nos presenta grandiosa, con su Colegiata presidiendo todas esas luces, ya estamos callejeando, aplaudidos y animados por las gentes que todavía aguantan por sus calles, afrontamos la calle con su alfombra roja, esos aplausos finales, y a Pau recibiéndonos con la medalla de allegador, otro más y ya son seis las veces que el equipo de Siétamo Runners recibe esta medalla y seguro que no es la última.
Después de esto felicitaciones del resto de Peña Guara que casi esta al completo, platito de pasta, que por cierto estaba impre..sionate, tras un charla con el resto de corredores de fatigas nos vamos a duchar y descansar al albergue, que nos lo merecemos.


Como siempre agradecer a toda la organización y voluntarios su eterna amabilidad y lo que disfrutan con su trabajo, ya que año a año repiten muchos de ellos, nos seguiremos viendo…


                                                           CLASIFICACIONES


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