viernes, 28 de octubre de 2016

XVII CARRERA DE MONTAÑA OS FORATOS DE LOMENAS

Un fin de semana mejor de lo esperado, con las previsiones tan nefastas que nos anunciaban, temía que íbamos a estar bien pasados por agua. Pero la cosa no fue para tanto...

Esta vez salí el viernes con toda la familia, dispuestos a disfrutar un par de días  en Torla, llegamos poco antes de las once, y después de instalarnos y tomar una buena cena planteamos las opciones para el sábado, dependiendo de la climatología. 
El día amaneció algo revuelto, pero había que intentar disfrutar de estos preciosos colores que nos brindaba este paisaje, nos acercamos al Valle de Bujaruelo, aparcamos junto al refugio y comenzamos a andar, optamos por un paseo corto, la nubes estaban acechando y no nos queríamos arriesgar.
La verdad que disfrutamos mucho, lo niños se lo pasaron en grande correteando, es una maravilla de valle, los colores de las hojas de los árboles parecían cambiar de color cada vez que mirabas.
Llegamos con buena hora a Torla para comer, y tras tirarnos un rato en el sofá, dimos un paseo por el pueblo haciendo tiempo para recoger el dorsal, casi a tiempo pudimos librarnos de la lluvia que empezó a caer ya de forma ininterrumpida hasta el domingo. Aprovechamos para "recordar" las calles de Monopoly, no se quien se lo pasó mejor, si los niños o nosotros.
Tal como llovía no veía claro si me tendría que poner unas zapatillas con unos buenos tacos o unas aletas...
Amaneció lloviendo y con un poco de niebla, opté por pantalón largo y chubasquero, y con el tiempo justo me encaminé a la salida con mi mujer, los niños ya me animarían a la llegada...    
junto al máquina Dario antes de salir
Todos esperábamos bajo el toldo que habían instalado, después de posar junto al máquina de Dario Carbonell, y creo que puntualmente, salimos dispuestos a no pillar mucha agua y sobretodo a no darnos muchos tortazos.
En la primera bajada junto al centro de visitantes ya se fue al suelo más de uno, un aviso para navegantes...nunca mejor dicho.

Nada más empezar a subir ya me empezaba a sobrar el chubasquero, aguanté un poco pero enseguida me lo até a la cintura, la lluvia apenas caía, la temperatura era perfecta para correr, el único pero, era el terreno que estaba completamente embarrado, y las piedras y raíces mojadas eran un continuo peligro, aunque le daban un toque "divertido"...

Según avanzaba la carrera me iba sintiendo mejor, no había calentado nada y después del desayuno que me tomé..., Los continuos subes y bajas que nos separaban del Puente de los Navarros te hacían entrar en carrera, aunque la pista que te introduce en Bujaruelo es un poco pesada, el entorno y el ruido del río Ara, que bajaba con fuerza, te hace progresar sin darte cuenta hasta el avituallamiento, no tomé nada, me introduje en la preciosa senda que nos seguía llevando por la margen izquierda del Ara, uno de los trozos más bonitos de la carrera.
después de la carrera
Cruzamos por la pasarela a la altura del camping Bujaruelo y bajamos toda la pista, hasta aquí había ido pasando poco a poco a varios corredores, pero en la bajada no me esforcé mucho y me superaron algunos, pero en la entrada de la senda los pasé nuevamente, esta parte del recorrido me encanta, tiene su peligro, pero la hice a toda pastilla, disfrutando, disfrutando de cada piedra que lograba salvar, de cada raíz, de esos arroyos que que ahora parecían ríos y de esos preciosos colores que siempre te acompañan...

Las pequeñas subidas, y una última bajada a tope, me acercaron al camping de San Antón, ya no quedaba nada, Torla estaba cerca, un pequeño repecho, algo de pisteo y una agradable bajada por una divertida sendaa para dejarnos en la carretera, de aquí los ánimos de la gente y la compañía de un corredor que pille en los últimos metros de bajada me llevaron hasta la pancarta de meta, en la que también oía los gritos de ánimo de mi familia que estaban esperando mi llegada. Contento por su presencia, llegué un poco exhausto, pero después de sus achuchones y algunas fotos me recuperé rápidamente.
mis dos hijos recuperándome...
Otro año más en la que habíamos disfrutado de un fin de semana precioso y de una carrera con la que se te queda un buen sabor de boca para "acabar la temporada".



viernes, 21 de octubre de 2016

ULTRA TRAIL GUARA SOMONTANO



Alquezar nos dio la bienvenida por sexto año consecutivo, una vez más partimos de Siétamo para reencontrarnos con esta bonita Villa. Llegamos pronto, el ambiente daba luz y colorido a la plaza desde donde se daría la salida puntualmente con el cohete anunciador.

Casi 1000 corredoras y corredores disfrutamos por este Parque Natural en sus 3 recorridos, gentes venidas de toda España y de varios países, el tiempo acompañaba, como en casi todos los años anteriores pasamos un poquito de calor, pero nada comparado como en ediciones anteriores, en definitiva, un buen fin de semana para correr.
“El Ultimo Mohicano” dio paso tras el cohete y los fuegos a los 300 corredores de la Ultra Trail, 102km. y 6000+ nos separaban de volver de nuevo a Alquezar.
nuevo tramo de las pasarelas
Como el año anterior salí con Martin, un ritmo tranquilo que nos permitía disfrutar de los kilómetros, en los primeros instantes los frontales nos iban guiando hasta Asque, vimos las pasarelas con las primeras luces del día, unas pasarelas espectaculares, y de nuevo en Alquezar, avituallamiento y saludos a compañeros de “batalla”, entre los que estaba el Gran Campeón Oscar Plasin.
Con el Sol empezando a calentar, subimos a Basacol y nos plantamos con bastantes ánimos en la Virgen de la Viña, ya llevamos 25 km., casi un cuarto de carrera y como nuevos, el Sol todavía no aprieta, y nos queda una bonita bajada a los Oscuros, donde brevemente me separo de Martin, para bajar rápidamente y soltar un poco las piernas, ya abajo espero contemplando como Ramón va disparando su cámara a cada corredor y corredora que pasa, un excelente trabajo que nos brinda gratuitamente.


Ahora tocaba alcanzar el Collado de las Almunias, un avituallamiento en el que teníamos que cargar bien, una de las subidas más odiosas y feas, pero que con una buena conversación se nos paso más rápida que nunca, incluso pudimos correr algunos tramos. El descenso a Rodellar lo hicimos rápidos, más que otras veces, llegamos con muy buenas sensaciones, un cambio de camiseta, un poco pasta, algún hidrato más, y a por la otra subida que no me agrada nada, Andrebot, aquí no íbamos muy finos, veíamos como nos iban pando los corredores, en el descenso al Mascan fuimos cogiendo ritmo, el calor empezaba a apretar y la subida por el barranco y la Costera nos fue metiendo en carrera.
El desolado Otín se acercaba, llegamos a su avituallamiento y descansamos unos instantes para “repostar” y afrontar las Fajas del Mascún por el precioso sendero del Turmo.
Aquí ya iba solo, Martin departía en su lengua con un irlandés, ya no lo vi en toda la carrera, estaba en buena compañía…

En esta última parte de la carrera apreté y prácticamente no paré de correr, el nuevo avituallamiento de Bagúeste y más tarde el esperado de Las Bellotas, donde me tomé mi primer caldo,  saludo a los asiduos del avituallamiento y procuro comer un poco de todo, esperando que no arme mucha “juerga” en el estomago. Paro menos que otras veces, y salgo para intentar una vez más llegar de día al Collado de Pedro Buil, lo consigo por los pelos acompañado por dos Valencianos con los que me fui cruzando en varias ocasiones.

La temperatura había sido ideal para correr, pero empezaba a refrescar y me puse los manguitos, saque el frontal, algo de picar y…palante. Hasta ahora había habido algún pequeño cambio y estaba expectante por ver los que quedaban, vaya tela, menuda bajadita para subir al Mesón, podemos calificarlo de “complicadillo” aunque no paré de correr, iba como loco, pase de nuevo a los valencianos, y sin parar, y pensando que nunca llegaría, veía como la luz destellante se acercaba y por fin llegaba al control de Sevil, no pare mucho, volví a ver a Kine con el que coincidí en varios avituallamientos y salí rápidamente.


Parecía que se habían acabado las sorpresas, me sonaba que quedaba algún cambio pero nos dijeron en el avituallamiento que toda la pista para abajo y sin cambios. Pero después de llevar un rato por la pista nos sacan por un sendero que en principio estaba muy chulo, mucho mejor que tanta pista, pero el idílico caminito cambio y en un tramo parecía un camino abierto a machetazos, pensándolo ahora resulta divertido, pero en el momento me acorde…

Después de una bajada “técnica” salimos a la pista que nos llevaría a la Virgen  de la Viña, como hasta ahora a toda pastilla, llegué a Radiquero como una bala, me senté unos instantes, tomé algo de líquido y pitando para Alquezar, tenia ganas de llegar, solo quedaba el último tramo de pista, incluso corrí un poco, y ya desde arriba, con las luces de la Villa de Alquezar tan cerca e iluminando mi destino, me dejé llevar, y sin darme cuenta ya estaba por las calles de la Villa, cruzando la meta poco después de media noche.

Otra medalla de finsher, y ya van siete, disfrutando de estos barrancos, de estos pueblos desiertos y otros mas poblados que nunca, de estos voluntarios que repiten y de esas corredoras y corredores que cada vez tienen más ganas de disfrutar de este gran Ultra Guara Somontano, Guara engancha, Guara enamora…

                                                         

                                                              CLASIFICACIONES



jueves, 6 de octubre de 2016

GORBEIA SUZIEN

Otro año más vuelvo a mi tierra a correr esta preciosa carrera, un fin de semana completo, carrerita el sábado y pintxitos el domingo,  que más se puede pedir.

Me desplace desde Siétamo hasta Romo con el famoso Blablacar,  un viaje de ida y vuelta cómodo y ameno, llegue el viernes sin apenas tiempo de cenar y preparar las cosas para lo que se esperaba como un día lluvioso.

Sobre las 7,30 de la mañana salía con dirección a Zeanuri con una temperatura sorprendentemente agradable para lo que en principio se esperaba, sin apenas tráfico me fui acercando a mi destino y tan solo en los últimos kilómetros se empezaba a ver más coches, para aparcar en el pueblo sin problemas, la organización lo tiene todo controlado.
Después de acabar de prepararme, baje al frontón para recoger el dorsal, no había nada de cola, debía de ser de los último pues la gente estaba ya en la larga cola de la consigna, mientras hacia cola aproveche para ponerme el dorsal e intentar meter todo en la bolsa.
con Salgado y Monrasin 
En un momento ya estaba preparado para entrar en el corralillo y afrontar por tercera vez esta carrera, antes vi a Salgado con Monrasin, todos unos clásicos de las carreras, te los puedes encontrar en cualquier sitio, y este año este era el adecuado, ya que había un gran nivel, con la presencia del campeón Luis Alberto Hernando y Aritz Egea entre otros.

En los prolegómenos de la salida se podía palpar el gran ambiente del que íbamos a disfrutar en la carrera, a pesar de los pronósticos, la temperatura era ideal para correr y no nos cayo ni una gota, aunque la niebla hizo acto de presencia sobretodo en las cimas, pero en más de una ocasión nos dejo ver las espectaculares vistas que se divisan desde las laderas del Gorbeia.

La carrera comenzó puntualmente, y dimos nuestros primeros pasos para afrontar los 31km. y 2400 metros de desnivel positivo que nos separaban de la delicioso ternera que estaban asando para todos los corredores.

La carrera este año si cabe era más dura por las condiciones del terreno, una cantidad de barro increíble, que hacia muy pesado y difícil en algunos casos el avanzar, aparte del peligro de caídas en las fuertes rampas de descenso y las zonas muy técnicas que subían en dificultad. En algunos casos era hasta divertido y te daba la risa, sobretodo cuando estabas apunto de perder alguna zapatilla succionada por el barro, era una pelea que no siempre parecía que ibas a ganar…

No cabe decir que nada más empezar ya estabas subiendo casi sin parar, apenas parabas por las colas que se formaban en los pasos estrechos y que te permitían dar un respiro, esto y algún avituallamiento te hacían plantarte con una niebla cada vez más espesa en la cruz del Gorbeia, con sus 1.484 metros, una pena no poder disfrutar de sus excelentes vistas.
Luis Alberto subiendo el Gorbeia

Ya superado casi media carrera, tras un corto y fuerte descenso ya teníamos ante nosotros la fuerte subida al Aldamin, con sus 1.360 metros, parece mentira que con esa altura se pueda hablar de dura subida, pues sí, dura no, durísima, aquí se sube y baja todo, a saco.
subiendo el Aldamin
Pero desde este punto solo nos quedaban algo más de 10km. de baja, tan solo una tachuela final, que sí bien es cierto que se agarra un poco, pero en la que ya se olía la exquisita ternera que nos espera en la meta, bajando lo más rápido posible con permiso del barro y los latigazos que te pegaba la espalda con los amagos de resbalones.

última "copita" antes de llegar...

Y finalmente, con 7 minutos por debajo de las cinco horas entro en meta, contento y feliz de haber disfrutado otro año más de estos paisajes, de estas gentes tan comprometidas con una carrera tan bonita y que ponen toda su entrega para que podamos disfrutar de ella, voluntarios y organización, que no dejan nada suelto, indicándote donde tienes el agua o la isotónica, o las zonas peligrosas donde poner más atención, en definitiva, unas gentes que se vuelcan con su carrera y te hacen disfrutar de ella.



 


Eskerrik asko! eta Laster arte!


Tras una carrera muy reñida el campeón fue finalmente Luis Alberto y Andrea Gil en féminas, a la postre campeones de las Skyrunner Series.

el campeón

el podium


con el Campeón


                                                            CLASIFICACION