Amanecimos poco antes de las cinco de la mañana para poder acudir a tomar el desayuno con el resto de corredores en un marco incomparable, la plaza de armas del Castillo de Aínsa, casi 300 corredores y corredoras nos íbamos juntando poco a poco, saludos, más saludos y alguna foto y comentario con los cada vez más conocidos en este mundillo.
Foto: Ornitorrinco |
Tras un emotivo minuto de silencio por la trágica muerte de Irene Edo en un entrenamiento, tomamos la salida a las 6.15 con las primeras luces del día y con una buena temperatura que iba a durar poco.
Foto: Ramón |
Empieza Tella, menos mal que tengo los bastones, porque el tobillo derecho lo tengo tocada, pido reflex pero nadie tiene, bueno sí, cuando me siento para tomar algo y preparar los bastones veo una "persona" que tenía una mochila y en un lateral parecía tener un bote, le pregunto si era reflex y me contesta que sí, le digo si me puedo dejar un poco y me dice... que ¿¡no¿, que vienen tres personas por detrás...no lo entiendo, me voy que me queda "lo mejor".
Empieza la subida a Tella. Foto: Ramón |
Una foto del superRamón y para arriba. Subida catastrófica, me voy viniendo a bajo poco a poco, me quedo sin fuerza, hago varias paradas para poder recuperar, una para atarme una zapatilla, otra para sacar la gorra, otra para una meadita..., y por fin llego a Tella, bajo al Dolmen,
Dolmen de Tella. Foto: ornitorrinco |
Portiello de Tella. Foto: Ramón |
Corremos en esta preciosa bajada, nos perdemos en las múltiples sendas de vacas, pero nada nos impide llegar a Bielsa, ya medio recuperado, trotamos por las preciosas sendas en una sombra que se agradece.
Casi 15 minutos para recuperar en la plaza de Bielsa, frutos secos, plátano, sandía, pastelitos, todo ello aderezado con acuarius y un poquito de agua.
Parecía que estábamos como nuevos, pero nada más salir el calor cae a plomo y empieza el vía crucis a la Cruz de Guardia.
Al comenzar la senda en subida nos pasan ornitorrinco y cía, ellos han disfrutado del avituallamiento aderezado con alguna cervecita.
Durante la subida sufro otra vez, en este caso Martin me acompaña y juntos sufrimos durante las primeras rampas, hacemos una parada para recuperar tomando unos geles, y menos mal, creo que me sentaron de maravilla, esto, y todos los riachuelos en los que paré a refrescarme.
paradita pa tomar el menú... unos geles |
un invitado al menú... |
Preciosa bajada, por el GR que va por el río, bajo más o menos bien, alcanzo a dos de Barbastro y más tarde a orni que les estaba esperando.
llegando a Serveto. Foto: Ramón |
Foto. Ramón |
Martin parece que se queda, bajo un poco el ritmo pero no llega, me encuentro bastante bien,
a tope...foto: Ramón |
y ya no puedo, más... |
Un poco más y ya está, me animo a correr cuando escucho los aplausos del público y con los brazos en alto entro en meta.
Pero aun no había acabado todo, tras recoger el trofeo de finsher y tomarme una cerveza, me ducho, mini baño en la piscina y acudo a la llegada para ver llegar a Martin, no lo veo, pregunto por el y me dicen que ha llegado y que esta por ahí hablando, en este instante escucho por megafonía que solicitan la presencia de Carlos López en la ambulancia, ¡que raro! yo soy Carlos Javier García López, muy parecido, me dirijo a la ambulancia y antes de que digan mi nombre bien me doy cuenta que soy yo, ya que junto a la ambulancia esta su mochila, entro, y veo a Martin sonriente tumbado en la camilla y con un gotero, me cuenta lo acaecido (Crónica de un finisher) . Pasado un buen rato me empiezo a encontrar mal, quizás por el aire acondicionado y el agotamiento, me entran ganas de vomitar, me ponen una inyección para que se me pase y encima como me ven mala cara me miran la glucosa y claro, chutazo en vena que me metieron, así que salimos los dos listos de la ambulancia.
Después de esto a cenar, no mucho, pero había que hacer un esfuerzo, luego autobús a Ainsa y a la cama.
Descansamos de maravilla, y después de un estupendo desayuno nos despedimos de José Luis Bergua que ya estaba al pie del cañón sirviendo desayunos. Nos despedimos de Ainsa para ir a Naval, al salinar en el que habíamos quedado con la familia para pasar el día, pero bueno esto es otra historia.
Sacaremos conclusiones de lo acontecido, quizás lo ocurrido sea bueno, ya que el próximo mes nos vamos al
Ultra del Aneto y esto que no nos confiemos.
Como final, agradecer a los organizadores y voluntarios de esta carrera por el enorme esfuerzo que han realizado para sacar adelante esta preciosa carrera, en la que todos podemos disfrutar de una agradable compañía y de magníficos paisajes. Gracias a todos y nos vemos el año que viene...aunque sea en la Peña Montañesa.