domingo, 20 de noviembre de 2011

Siétamo-Castillo Montearagón-Presa Montearagón



¿dónde vamos hoy...?

En nuestro entreno de finde quisimos investigar nuevos caminos, parte de esta ruta ya la teníamos pateada pero queríamos ver más allá...

Empezamos poniéndonos el frontal a las 7 de la mañanita un poco abrigaditos, y dirigimos nuestros pasos al Este por unos caminos que nos muestran el Castillo de Montearagón en la lejanía.
El camino desemboca en la carretera que viene de Loporzano y desde aquí nos dejamos deslizar disfrutando de lo lindo por la senda trialera que baja junto a la carretera del Estrecho Quinto, una vez que llegamos abajo nos desviamos por un camino que nos planta en la vega del río Flumen para cruzarlo y poder acercarnos al asfaltado que va al Castillo Montearagón.


 En los pies del Castillo nos paramos a mirar su imponente y a la vez triste figura, para decidir plantarnos a sus pies por el camino que sube a "saco" por un torrente.

"pariba Martin"

Después de sacarnos alguna foto más, bajamos por detrás del Castillo por la bonita senda que nos dirige nuevamente al Flumen.
nos separan unos segundos

Una vez abajo tomamos la senda de la izquierda para cruzar un campo de alfalfa por un camino que se resiste a desaparecer, y saltar un par de piedras para sortear el escaso caudal del Flumen.



!que me mojo¡


Seguimos nuestro pasos en dirección a la Presa de Montearagón por la margen izquierda del río, paso tras paso avanzamos y, dejamos atrás el camino que lleva a Loporzano, que otras veces que hemos tomado.
Desde aquí la ruta es desconocida, la mole de la presa se va acercando y en los últimos metros desaparece el camino.Hurgando conseguimos encontrar lo que parece fue un camino y, desembocar en los últimos metros de carretera que nos deja al pie de la enorme pared, de casi 90 metros de altura, nos acercamos a sus pies, y después de contemplar el paisaje y "disfrutar de unas deliciosas barritas" proseguimos nuestra marcha por la carretera para subir a la carretera, muy a nuestro pesar seguimos por ella para encontrar algún camino que nos pueda ir acercando poco a poco en dirección a Siétamo.
¿espero que no esté llena...
la próxima un bañito

Ahora que lo pienso debimos habernos acercado a lo alto de la presa para disfrutar desde allí de sus vistas, pero en otra ocasión será.

Como digo buscábamos algún camino que nos sacase de la carretera, pero después de probar con uno y pasar junto a la Ermita de San Gil decidimos salir nuevamente a la carretera y llegar por ella al pueblo de Barluenga.

Ermita de San Gil
Hicimos un breve recorrido "turístico" para localizar alguna indicación que nos llevase por camino a Sasa del Abadiano, pero no lo encontramos a pesar de preguntar. Así que lo hacemos por carretera jugueteando por sus veredas y alguna pequeña senda utilizada quizás por algún rebaño de ovejas.
lo que fue la escuela de Barluenga

burritos a la salida de Barluenga
En la entrada de Sasa del Abadiano preguntamos y, muy amablemente nos confirman que sí existe un camino que comunica con Barluenga, además de con la Virgen del Viñedo y, el que nosotros buscamos de Loporzano.
Antes de salir del pueblo pasamos por el restaurante que acaban de poner en el pueblo "La Posada del Abadiano" tiene muy buena pinta así que tenemos pendiente una visita más tranquila.

Tan solo nos queda volver por  Loporzano, por un camino que en parte ya hemos pateado hace un par de semanas en nuestra vuelta por la Virgen del Viñedo, y seguir caminando hacia Siétamo.
Llegamos un poco más tarde de lo previsto pero con un solecito muy agradable que acompaña a los estiramientos antes de pegarse un duchita y un merecido desayuno para "empezar el día" después de casi 35km.


lunes, 14 de noviembre de 2011

Santa Eulalia la Mayor-San Martín de la Val d'Onsera


En este domingo otoñoprimaveral, decidimos hacer de nuestro entro de fin de semana una excursión a paso ligero.

La ruta comienza en Santa Eulalia la Mayor, donde aparcamos el coche, dejamos atrás el pueblo por la pista dirección Norte, pista que seguimos en continua subida hasta llegar a una bifurcación donde nos parece ver una “chalao” como nosotros que se debía aburrir en la cama y no tuvo otra cosa que hace que gastar las zapatillas por estos lugares. Cuál fue nuestra sorpresa cuando vimos quien era...Pedro Vicente.
Después de comentarnos mutuamente nuestras intenciones en esta preciosa mañana, decidió venirse con nosotros, la verdad es agradable tener nueva compañía.
Seguiremos por la pista de la izquierda  a no ser que queramos ir hacia el refugio de Peña Guara en Vadiello.

Merece la pena levantar la vista para disfrutar de la Sierra de Guara y, de Vadiello con los Pepes y los Mallos de Ligüerre. En el cruce de pistas, tomamos a mano izquierda el desvío que indica San Martín de la Val d´Onsera.

a por Ciano

La pista enseguida se mete en los famosos campos de Ciano, de los que tantas veces habíamos oído hablar, pero que ninguno de los tres nos imaginábamos que eran tan grandes, al parecer dichos campos ocupan una depresión de terreno que se originó por la condición kárstica de la zona, que se denomina Poljé. La pista esta en muy buen estado y tan solo tras pasar junto al corral de Calvo, cuyos muros no han podido ganar la batalla al tiempo, el camino desaparece en los campos de cultivo para aparecer en pocos metros al pie del corral de Sanchez, cuya batalla aunque por menos, también esta perdida.

Nos adentramos en el pinar que tras unos metros nos deja al final de la pista, aquí y, antes de dejarnos caer por lo que parece una senda a “tumba abierta” por su fuerte pendiente, nos sacamos unas fotos para el recuerdo.
Martin y Pedro Vicente
Wo shi Carlos
 La senda se introduce en un túnel de vegetación que la hace más bonita si cabe, fuerte bajada pero no muy peligrosa si vamos con un poco de cuidado. Unos indicadores nos confirman que la dirección que llevamos es buena, pero una pedrera a nuestra derecha nos hace pensar que lleva a algún sitio “civilizado”... ya investigaremos otro día…
Nosotros seguimos bajando hasta el barranco ya en la ruta que va desde San Julian de Banzo.
Tras unos metros de muy bonita ascensión llegamos a uno de los lugares que recuerdo de mi ultima vez que pasé por este lugar, hace más de 10 años, y es la placa que recuerda la muerte de un vecino de Barluenga “ cerca del barranco inmediato próximo el camino, en que habiéndose acogido a un peñasco para salir del punto en que se hallaba, se desprendió causándole la muerte”:


En este lugar debemos elegir, ya que la senda se bifurca, y decidimos seguir por la izquierda, que es, “la más peligrosa”, El Paso de la Viñeta, el paso está flanqueado por sirgas y pasamanos para aminorar el peligro y el vértigo, para el que lo tenga. La senda de la derecha, el camino de los Burros, lo cogeremos en la vuelta.

llegando al collado
En no mucho tiempo llegamos al collado de San Salvador, desde aquí las vistas son magníficas: el barranco de San Martín, Matapaños, las enormes paredes donde anidan los buitres que nos sobrevuelan, y a sur los campos de Ciano donde no hace mucho dejamos nuestras huellas.

campos de Ciano al fondo, fondo...
el Palacio de los buitres


pa bajo

Desde aquí la senda baja al barranco en una pendiente que en más de un tramo hace peligrar nuestro equilibrio, pero la roca está seca y las suelas de nuestras zapatillas responden bien, y con un poco cuidado logramos llegar al lecho del barranco. Son pocos los metros que nos separan de la ermita, unos nogales y el sonido de la cascada nos anuncian la llegada a un lugar en tiempos habitado, según el panel al pie de esta ermita, desde el S. XI hasta algo más del 1600.

fresca, refresca
Un lugar maravilloso, y tan cerca de Huesca, un remanso de paz y tranquilidad que bien merece la pena unos minutos, unas fotos y una agradable conversación, para después de inspeccionar el lugar y dar un par de tragos de agua del manantial que alberga su interior emprender la vuelta.
   


que me mojo


 La vuelta la hicimos por el camino de los Burros, menos peligroso, por una senda que en principio nos hace ganar altura para seguir disfrutando de maravillosas vistas. En unos metros la senda comienza a descender, la verdad, disfrutamos de lo lindo.  

parriba
 En nuestro retorno encontramos a unos cuatro o cinco “peregrinos” que pensaban que éramos jabalíes por nuestra forma de bajar. Pero lo bueno se acaba, y la fuerte subida que no hace mucho bajamos, ahora nos toca subirla. Pero con una buena conversación la subida se hace más amena y, llegamos a la pista que en no mucho tiempo y tras atravesar nuevamente los campos de Ciano nos deja en el punto en el que tenemos que despedir a nuestro inesperado compañero de viaje que dirige sus pasos a Vadiello donde dejo el coche para su improvisado paseo. Nosotros tomamos la pista que ahora en continua bajada y con la torre medieval al fondo, nos deja rápidamente en su entrada, junto a la Ermita de Sescún. En el pueblo ya está el “parking” lleno, los cazadores copan toda la plaza, unos pequeños estiramientos y devuelta a Siétamo

de vuelta por los campos de Ciano



Torre medieval y Ermita de Sescún