lunes, 14 de noviembre de 2011

Santa Eulalia la Mayor-San Martín de la Val d'Onsera


En este domingo otoñoprimaveral, decidimos hacer de nuestro entro de fin de semana una excursión a paso ligero.

La ruta comienza en Santa Eulalia la Mayor, donde aparcamos el coche, dejamos atrás el pueblo por la pista dirección Norte, pista que seguimos en continua subida hasta llegar a una bifurcación donde nos parece ver una “chalao” como nosotros que se debía aburrir en la cama y no tuvo otra cosa que hace que gastar las zapatillas por estos lugares. Cuál fue nuestra sorpresa cuando vimos quien era...Pedro Vicente.
Después de comentarnos mutuamente nuestras intenciones en esta preciosa mañana, decidió venirse con nosotros, la verdad es agradable tener nueva compañía.
Seguiremos por la pista de la izquierda  a no ser que queramos ir hacia el refugio de Peña Guara en Vadiello.

Merece la pena levantar la vista para disfrutar de la Sierra de Guara y, de Vadiello con los Pepes y los Mallos de Ligüerre. En el cruce de pistas, tomamos a mano izquierda el desvío que indica San Martín de la Val d´Onsera.

a por Ciano

La pista enseguida se mete en los famosos campos de Ciano, de los que tantas veces habíamos oído hablar, pero que ninguno de los tres nos imaginábamos que eran tan grandes, al parecer dichos campos ocupan una depresión de terreno que se originó por la condición kárstica de la zona, que se denomina Poljé. La pista esta en muy buen estado y tan solo tras pasar junto al corral de Calvo, cuyos muros no han podido ganar la batalla al tiempo, el camino desaparece en los campos de cultivo para aparecer en pocos metros al pie del corral de Sanchez, cuya batalla aunque por menos, también esta perdida.

Nos adentramos en el pinar que tras unos metros nos deja al final de la pista, aquí y, antes de dejarnos caer por lo que parece una senda a “tumba abierta” por su fuerte pendiente, nos sacamos unas fotos para el recuerdo.
Martin y Pedro Vicente
Wo shi Carlos
 La senda se introduce en un túnel de vegetación que la hace más bonita si cabe, fuerte bajada pero no muy peligrosa si vamos con un poco de cuidado. Unos indicadores nos confirman que la dirección que llevamos es buena, pero una pedrera a nuestra derecha nos hace pensar que lleva a algún sitio “civilizado”... ya investigaremos otro día…
Nosotros seguimos bajando hasta el barranco ya en la ruta que va desde San Julian de Banzo.
Tras unos metros de muy bonita ascensión llegamos a uno de los lugares que recuerdo de mi ultima vez que pasé por este lugar, hace más de 10 años, y es la placa que recuerda la muerte de un vecino de Barluenga “ cerca del barranco inmediato próximo el camino, en que habiéndose acogido a un peñasco para salir del punto en que se hallaba, se desprendió causándole la muerte”:


En este lugar debemos elegir, ya que la senda se bifurca, y decidimos seguir por la izquierda, que es, “la más peligrosa”, El Paso de la Viñeta, el paso está flanqueado por sirgas y pasamanos para aminorar el peligro y el vértigo, para el que lo tenga. La senda de la derecha, el camino de los Burros, lo cogeremos en la vuelta.

llegando al collado
En no mucho tiempo llegamos al collado de San Salvador, desde aquí las vistas son magníficas: el barranco de San Martín, Matapaños, las enormes paredes donde anidan los buitres que nos sobrevuelan, y a sur los campos de Ciano donde no hace mucho dejamos nuestras huellas.

campos de Ciano al fondo, fondo...
el Palacio de los buitres


pa bajo

Desde aquí la senda baja al barranco en una pendiente que en más de un tramo hace peligrar nuestro equilibrio, pero la roca está seca y las suelas de nuestras zapatillas responden bien, y con un poco cuidado logramos llegar al lecho del barranco. Son pocos los metros que nos separan de la ermita, unos nogales y el sonido de la cascada nos anuncian la llegada a un lugar en tiempos habitado, según el panel al pie de esta ermita, desde el S. XI hasta algo más del 1600.

fresca, refresca
Un lugar maravilloso, y tan cerca de Huesca, un remanso de paz y tranquilidad que bien merece la pena unos minutos, unas fotos y una agradable conversación, para después de inspeccionar el lugar y dar un par de tragos de agua del manantial que alberga su interior emprender la vuelta.
   


que me mojo


 La vuelta la hicimos por el camino de los Burros, menos peligroso, por una senda que en principio nos hace ganar altura para seguir disfrutando de maravillosas vistas. En unos metros la senda comienza a descender, la verdad, disfrutamos de lo lindo.  

parriba
 En nuestro retorno encontramos a unos cuatro o cinco “peregrinos” que pensaban que éramos jabalíes por nuestra forma de bajar. Pero lo bueno se acaba, y la fuerte subida que no hace mucho bajamos, ahora nos toca subirla. Pero con una buena conversación la subida se hace más amena y, llegamos a la pista que en no mucho tiempo y tras atravesar nuevamente los campos de Ciano nos deja en el punto en el que tenemos que despedir a nuestro inesperado compañero de viaje que dirige sus pasos a Vadiello donde dejo el coche para su improvisado paseo. Nosotros tomamos la pista que ahora en continua bajada y con la torre medieval al fondo, nos deja rápidamente en su entrada, junto a la Ermita de Sescún. En el pueblo ya está el “parking” lleno, los cazadores copan toda la plaza, unos pequeños estiramientos y devuelta a Siétamo

de vuelta por los campos de Ciano



Torre medieval y Ermita de Sescún

2 comentarios:

  1. Bueno entreno Carlos. A ver quien se apunta para los próximos- Se acercan las carreras de 100 millas....

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  2. Para poderme apuntar tendreis que avisar. Tienen buena pinta esos caminos. Saludos.

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