martes, 24 de abril de 2012

V Osan Cross Mountain


Los de Siétamo

Vaya aventurita la de este domingo, ya empezó todo al entrar en el parking, tal como estaba el día y, con el agua que había caído en los días anteriores, algunos tuvieron que mostrar sus dotes de pilotos de rally para poder aparcar el coche, bueno, fuera de bromas, a pesar de que costó un poco poner los coches en su sitio, gracias a la magnifica labor de la organización y a la colaboración de los corredores, todo acabo bien, y creo que no hubo ningún percance. Salvo que la salida se retraso una media hora.


Martin con parte de los Corredores oscenses

Por lo que respecta a la carrera, diré que fue una gozada, disfruté muchísimo, la carrera, el paisaje, el ambiente...las migas, en resumen todo estuvo perfecto, hasta el terreno que en un principio se presumía que podía estar un poco peligroso, sobretodo en la baja, estaba en muy buenas condiciones para correr, salvo en los primeros km. en la que algún tramo tenía bastante barro y me llevé más de un resbalón.
La subida  a Sta. Orosia fue una chulada, con una temperatura que se hacia más fresca según íbamos ganando altura y unas vistas que te hacían olvidar la pendiente que teníamos que salvar, llegábamos a  a la ermita de San Cornelio con su magnifica cascada, mirando hacia abajo disfrutamos de unas preciosas vistas, divisando la serpenteante y multicolor fila de corredores que iban subiendo.
un escalón, otro escalón y...


salto y parriba

La verdad, la subida es dura, pero mucho más corrible de lo que pensaba, nos vamos acercando a la cima, pasando por el resto de ermitas, San Blas, Santa Barbara, para "finalizar" la subida, o por lo menos lo duros repechos, llegando a una pista en la que me pasan unos cuantos corredores, este breve llano antes de llegar a Sta. Orosaia  les da alas. En este avituallamiento muchos no paran, y por breves segundos yo también me lo pienso, pero rápidamente se me pasa la idea y decido desviarme unos pocos metros para tomar algo antes de afrontar el largo descenso.
Después del avituallamiento una subida entre unos cuantos arboles dispersos y unas manchas de nieve que aprovecho para pisar por si acaso no la vuelvo a ver..., en este tramo apenas corro, me acuerdo que Martin me recordó que la subida no acababa y que todavía quedaba algún km., así que decido tomármelo con un poco de tranquilidad, me tomé la "libertad" de atarme una zapatilla de la que venía acordándome durante toda la subida, quítate guantes, atina con los dos nudos, apriétala bien, otras dos lazadas y, listos, afronto los últimos metros por un campas en las que se pueden ver los rastros de la última nevada, y llegó por fin al puesto de control de los bomberos que anuncian que aquí, si que empieza la bajada.
En este punto doy alcance a Vanesa Ortega, que me sirvió de referencia durante casi toda la subida, y que se despego con el tiempo que "perdí" en el avituallamiento y al atarme la zapatilla.
Al comienzo de  la bajada me puse detrás suyo y, a tren de cuatro o cinco corredores,  pero al ver que podía ir más rápido les adelanté como pude y me lance a tumba abierta, en principio no divisaba a nadie pero  según iba bajando iba pasando uno tras otro a todos los corredores que me dieron alcance desde el avituallamiento, y a otros muchos más, disfruté de la bajada, bueno disfrutamos, porque pegado a mi venia el dorsal 177, que creo que se llamaba Simón y los dos llegamos Isún, a partir de aquí se me fue poco a poco para llegar a meta medio minuto antes de 1:49:36 que fue el tiempo que estuve disfrutando de esta estupenda carrera.
últimos metros

Ahora era tiempo de disfrutar con la llegada del resto de corredores  y con la conversación de los que habían llegado, viejos conocidos como Dario Carbonell al que hace más de diez años que no veía, y por supuesto, del nutrido numero del "futuro" en las carreras de montaña, los Corredores oscenses, que en esta ocasión han venido en tromba.
Después de la llegada de Martin, que estaba muy contento por su carrera, tomamos algo y después de un par de charladas fuimos a cambiarnos y así de "guapos" nos tomamos las migas, bueno, me tomé las migas, ya que el delicioso chorizo que tenían no es compatible con la dieta verde.
La verdad, lo pasamos fenomenal, y nos hubiésemos quedado un rato más, pero la familia espera, y no es cuestión de aprovecharse...

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