Estupendo fin de semana, como se suele decir siempre, pero
en esta ocasión cierto al cien por cien. El tiempo ha acompañado, una
temperatura veraniega nos ha deparado un finde completo.
Llegamos el viernes a
Torla, con el tiempo justo de preparar la cena y acondicionarnos, mañana tocaba
excursión y había que descansar, Martin, mi compañero de batallas, llegaba el
sábado con su familia, y sería el “despertador” para ponerse en marcha.
Durante el desayuno llegó Martin y preparamos las
“viandas” para hacer una excursión por Ordesa. Ya el viernes cuando llegamos a
Torla, vimos que estaba lleno de coches, pero esto se confirmó cuando al llegar
a la entrada del Parque nos hacían dar la vuelta, el Parque de Ordesa estaba a
reventar de gente y lo habían cerrado, teníamos que buscar una alternativa,
decidimos dejar los coches unos km. atrás, en una zona de parking en las
cercanías del camping San Antón.
Nos pusimos las mochilas y con una temperatura estupenda y
en manga corta nos adentramos en un sendero Pr que sale junto al parking y que
sube por la margen derecha del Ara al Puente de los navarros, el paseo con la
familia, estupendo, los niños y los mayores disfrutamos del túnel de vegetación
por el que transcurría, moras, y centenares de setas nos acompañaron durante buena parte del recorrido, una vez
llegados al Puente de los navarros seguimos el sendero que va por la margen
izquierda del Arazas y que nos dejaría en la Pradera. Esta senda ya más
transitada, la disfrutamos también de lo lindo, las vistas de las laderas de
las montañas que nos rodeaban con los colores típicos de esta época, junto con
el sonido del río, merecían en más de una ocasión un pequeño descanso con su
correspondiente foto para inmortalizar el momento.
Llegamos a la Pradera que esta repleta de coches, parecía un
finde de julio o agosto, increíble, además del buen tiempo se junto que era
festivo el viernes en le País Vasco y claro, todos debieron pensar lo mismo… a
Ordesa a pasar el día.
Sobre un muro de la Pradera, nos sentamos a comer el bocata
y con una agradable conversación y en un marco incomparable pudimos disfrutar
de los colores más buscados estos días en el Parque.
Después de un rato de relax, tomamos el mismo camino con el
miedo de que los niños ya cansados de tanto arbolito y setitas, nos diesen un
vuelta de “¿Cuánto falta?”, pero no fue así y se portaron como unos campeones,
incluso hicimos una vuelta bastante rápida.
La tarde aun nos dio para dar una pequeña vuelta por el
pueblo y recoger los dorsales, viendo el excelente ambiente que había, una cena
para coger fuerzas para la carrera de mañana, que a eso habíamos venido, y a
dormir, esta noche podríamos descansar una hora más…
Por fin llegó la hora, a las 8, a desayunar, preparar el “buzo” para
correr, e ir despertando a los peques, para que nos den ánimos en la salida,
sobre las 9 nos acercamos a la salida, que poco a poco se iba animando con los
coloridos de nuestras equitaciones, que diferencia con la edición pasada, el
frió y el viento helador que nos acompaño y el calorcito de este año…
felicidad antes de salir... |
A las 10 pistoletazo de salida, los casi 150 corredor@s
salimos a toda pastilla, y en esta ocasión fue literal, que ganas tenía la
gente de llegar…
Intente salir en las primeras posiciones, peor imposible me
quedé con la lengua fuera antes de llegar a la carretera, en la bajada a río
adelanté alguna posición al bajar como un loco pero el tramo es muy corto, y el
las pequeñas subidas y trozos de pista me iban pasado poco a poco algún que
otro corredor, no acababa de coger el ritmo, faltan kilómetros en las piernas y
esto se nota, pero con lo que había me tenía que conformar y disfrutar de la
carrera, aprovechando para de vez en cuando para girar la cabeza y mirar la
maravilla que nos rodeaba. Después de algún kilómetro corriendo dirección
Broto, giramos para ir ya dirección Puente de los navarros, la ligera subida
con algún repecho que hace que tires de riñones, un avituallamiento, que no
utilicé en esta ocasión, alguna baja que te da cierto respiro y un final
precioso, te plantan en el Puente, aquí sí que tomé un poco de agua y algo de
naranja, quedaba lo más duro…
llegando al Puente de los navarros |
Mientras, los peques también corrían:
El tramo de pista hasta el avituallamiento que te introduce
en el sendero, es eterno, no lo pase tan mal, y más o menos aguante la posición a un ritmo constante, disfrutando en más de una ocasión, aunque parezca
mentira, de la fuerza y el rugido del Ara, esto hacía más llevadera la subida,
que parecía nunca acabar, por fin desapareció los tramos de pista buena y su
pendiente, -ya quedaba poco-, pensé, y así fue, ahí estaba el avituallamiento,
un poco de los mismo, sorbo de agua y naranja, y me introduje por el sendero
más llevadero, y en el que en algún tramo podíamos ver a los que ya de vuelta
estaban casi llegando por el otro lado del río al puente.
Este tramo es muy bonito, y enseguida te encuentras en la
pista bajando a lo que te dan las piernas, a unos más que a otros, en mi caso
no bajé del todo mal, creo que esta vez al contrario de otros años en los que
siempre me pasaban algunos corredores puede pasar a uno o dos, nos introducimos
en el sendero que se sale de la pista junto al puente que cruza el Ara, este
tramo es bonito, divertido y este año no era peligroso, por lo menos por las
heladas, aunque había que tener cuidado por que estaba mojado y te podías
llevar algún “incomodo” resbalón, en la subida un par de máquinas me pasaron,
bajando a todo lo que daban las piernas... |
Seguimos ascendiendo y llegamos a los 1260m, punto más alto
de la carrera, desde este punto a volar en la bajada a San Antón, aquí siempre
pillo a algún corredor, disfruto bajando, llegando al avituallamiento, traguito
de agua, y andando ataco el último repecho, corto, pero duro a estas alturas,
queda tan solo bajar a la carretera de Torla, con algún que otro mini repecho
que se nota, pero el pueblo se ve tan cerca, que ya nada importa, solo
disfrutar de los últimos metros…
En la carretera nos juntamos cinco o seis
corredores, en los metros finales de la bajada se hizo tapón y no pude pasar a
ninguno, en el tramo de subida al pueblo casi mantuvimos las posiciones y
entramos prácticamente a la vez ante los aplausos y ánimos del numeroso
publico, entre los que pude distinguir los de mi mujer y mis niños.
felicidad después de la carrera... |
los campeones... |
Estuve disfrutando de la carrera algo menos de 2
horas, ahora tocaba tomar algo para recuperar, saludar a conocidos y amigos, y
animar a los que llegaban.
Después de ver llegar a casi todos los corredores,
bajamos a ducharnos y a comer al apartamento, por la tarde queríamos hacer una
pequeña excursión por Broto, había que aprovechar el magnifico día que hacía…
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