jueves, 7 de mayo de 2015

Ultra-Trail Apuko Extrem, verde que te quiero verde...

Destrozado, destrozado, destrozado, así acabé cerca de las doce de la noche, hora límite para finalizar esta bonita pero dura Ultra, tan solo me sobraron cinco minutos, cinco minutos que saben a gloria.

Una experiencia única, nunca había estado jugueteando con el tiempo y los kilómetros a la misma vez, en las carreras y ultras en las que he participado hasta ahora, no me había preocupado por el tiempo, es más, no llevo reloj desde hace muchos años y no presto atención a la hora que es, pero en esta ocasión tuve que preguntar en más de un ocasión la hora que era.

Llevo lo que va de año medio parado por diversas circunstancias, he hecho más kilómetros en esta carrera que en todo 2015, y lo más sensato era no haber tomado la salida, pero en todas las carreras en las que he estado apuntado he finalizado y si alguna tenía que ser la primera, sería esta, y con razón, pero por intentarlo no iba a ser. Aunque con el tiempo tan estupendo que tuvimos durante el puente la opción familiar no hubiera estado nada mal, no acudo todos los días a visitar mi tierra y familia.

La carrera a pesar de todo la empecé con ganas, tenía asumido que tarde o temprano, mi estado físico o los tiempos de corte me mandarían a tomar una zurito y unas rabas con mi familia, pero la suerte fue "cruel" conmigo y me permitió disfrutar de los estupendos paisajes verdes, verdes como siempre, verdes como los recuerdo, y verde tras verde era lo que veía cada vez que subía y veía que no se acababa tanto verde...

En el primer y segundo corte iba con una hora de sobra, y esto me daba ánimos para llegar de día al último corte, pero en Zalla donde llegué destrozado y con una cara de zombie, apenas tenía 20 minutos, no me podía quedar a descansar un poco como era mi intención, solo pude comerme medio plato de pasta que amablemente me trajo una pareja que estaba siguiendo a un amigo, darles las gracias desde estas lineas por su enorme amabilidad, me sirvieron hasta el agua y la bebida isotónica.¡Gracias!

Hasta aquí compartí varios tramos con corredores y corredoras, y disfruté de su compañía y conversaciones, fueron breves pero agradables, pero desde Zalla sí que compartí tramos más largos, personas con mucha experiencia como May, que finalmente acabó aunque un poquito más holgado que en otras ocasiones, con el compartí varios kilómetros y acumulé muchas experiencias suyas, espero verte de nuevo. también disfrute de la compañía de Endika y un colega con los que los kilómetros se pasaban mejor, ya los últimos 15 o 20 kilómetros si los compartí más estrechamente con Luis Miguel Lejarazu, si no llega a ser por él no creo que hubiera llegado, pude aguantar las subidas y bajadas que en el último tramo de la carrera se hacían más que duras.

La última subida al Apuko era agotadora, el grado de desnivel era increíble, pero por lo menos después de coronar ya solo teníamos que ver como las luces de Zaramillo se acercaban más y más, y nuestro objetivo estaba más cerca, aunque el tiempo nos empujaba a no descuidarnos y intentar darlo todo, la última bajada por esa senda iluminada con farolillos se divisaba muy bien desde Zaramillo, parecía interminable, no podíamos correr mucho por qué era muy peligrosa, así que cuando salimos a la pista empecé a acelerar el paso para correr como un loco, no sabía lo que faltaba, Luismi me dijo que en 10 minutos llegábamos y, esos eran los que quedaban, muy justos pensé, así que a toda pastilla por la pista, y a toda pastilla por la senda, para salir sin esperarlo a ver las vías de tren, -que alegría oír los ánimos del público-, ¡que final!, me paré para esperar a Luismi, pero el público, y el ver que quedaban 6 minutos me tranquilizo, ¡llegaríamos los dos!, no me lo creía pase la meta sin creermelo, no apostaba nada por ello, creo que no lo merezco, no volveré a hacer una locura así, sin entrenar ¡no!.
En cuanto cruce la meta fui a buscar a Luismi, a darle ánimos sabiendo que ya lo habíamos conseguido.
alguno iba con ventaja...

Increíble, pero llegué, no me lo pude creer hasta que me duché con ese agua tan fresquita que te deja sin respiración, no pude ser consciente que había terminado esta gesta, no ha sido la más larga, ni la más complicada que he hecho ni mucho menos, pero sí, la más dura, más agotadora y en la que nunca estuve convencido de acabar, pero sí tengo que decir que he disfrutado sufriendo, de los paisajes y que a pesar de no poder con mi alma en muchas ocasiones,sí que he tenido tiempo de levantar la vista y observarlos, de la compañía de la gente, y como no, de correr con el tiempo pegado al culo...

No me puedo olvidar de dar las gracias a todo la organización y voluntarios por su magnifica y estupenda labor, nos veremos seguro.

                                                     CLASIFICACIONES


1 comentario:

  1. Como Martin, apurando el crono.
    A mi me paso este año en Xerta, que me plante alli poco preparado y todo el rato mirando el reloj y es una experiencia agotadora fisica y mentalmente y muy desagradable... joer vamos al monte a trotar y disfrutar, no a mirar el reloj.
    Cuidate, saludos y enhorabuena.

    ResponderEliminar