Después de un viajecito hasta Málaga para pasar unas largas
vacaciones de navidades no tuve otra cosa que hacer al día siguiente que coger
el autobús desde Velez-Málaga hasta el Estadio de La Rosaleda en Málaga para
correr la Iª San Silvestre Palma-Palmilla.
Tenía la idea de ir, pero durante el viaje a Málaga me lo
estuve pensando, ya que estaba muy cansado, pero esto no se puede hacer todos
los días, así que llegue poco antes de las 11 y todavía no éramos muchos los
que con nuestra camiseta naranja, como nos recomendó la organización, estábamos
bajo el estadio de fútbol haciendo sombra a los aficionados del fútbol que
hacían cola para sacar una entrada.
con la indumentaria |
Después de dar el donativo correspondiente, recordar que es
una carrera benéfica para recaudar fondos para La Casa de la Buena Vida, me
dieron a cambio dos camisetas, una naranja para la prueba, la cambié por la de
Siétamo, y otra verde del reciente maratón de Málaga que se celebró en
recientes fechas, y dos participaciones para el sorteo de dos cestas y unos
cuantos detalles.
Los corred@s fueron llegando poco a poco y ennaranjandalo
todo, no sé si llegamos a los casi 500
que había inscritos pero en todo caso éramos suficientes para hacernos ver.
también corrió |
Nos advirtieron que intentáramos ir por la acera ya que en
lugar de una carrera iba a ser una marcha, debido a que las previsiones les
habían superado y no esperaban a tanta gente, supongo que para el año que viene
con la experiencia de este año darán el salto a una carrera.
Antes de comenzar la carrera guardamos un minuto de silencio,
creo que por un chico del centro que había fallecido recientemente. A
continuación se dio la salida, advirtiendo de nuevo que tuviésemos cuidado, tan
solo había unos cuantos municipales y voluntarios de Protección Civil en las
rotondas y cruces y, algunos voluntarios indicando por donde discurría el
recorrido. Pero aun así creo que salió todo bastante bien, a pesar de que lo de
ir por la acera, no lo debimos entender
muy bien.
apunto de salir. Foto: Diario Sur. |
Respecto al recorrido tan solo diré que disfruté bastante,
entre otras razones por que nunca había estado por esta zona y apenas repetimos
el paso por el mismo lugar, teníamos algunos pequeños repechos que animaban la
carrera y por lo tanto alguna pequeña bajada. Básicamente subíamos por la
avenida que discurre por la margen derecha del llamado rió Guadalmedina junto
al estadio de fútbol y luego bajamos un poco por la misma avenida para meternos
para hacer un recorrido por el barrio La Palma-palmilla, esto le dio más
aliciente a la carrera al haber por las calles mucha gente animándonos y
surtiéndonos de pequeños avituallamientos con naranjas, agua y refrescos. Casi
sin darnos cuenta estábamos de nuevo en las inmediaciones del estadio y, en
unos 33 minutos finalicé mi última aventura
del año.
Después de esto un goteo de gente que era aplaudida por
todos, algunos con algún disfraz más elaborado que el resto, que tampoco
llevábamos poco, porque además de nuestra llamativa camiseta naranja la
organización no sé cansó de repartirnos gorritos del mayor invasor de nuestros
días… papanoel, íbamos todos monísimos, y el gorrito aguanto toda la carrera
sin caerse.
Aunque no conocía a nadie, mantuve alguna conversación con
algunos corredores, incluso quedé para alguna ocasión con un chico que se
llamaba igual que yo, Carlos y, que habían quedado para correr el día 2 por los
montes de Málaga, veremos si la familia y las comidas opulentas de estos días
me lo permiten.
El Chule agradeciendo nuestra asistencia |
Tras el agradecimiento de El Chule por nuestra asistencia, se celebró el sorteo
de las cestas y regalos, y el primero ¡Pummm! el 330, ¡El mío!, la cesta grande
y lo que pesa, no sé como voy a llegar, casi 20 kilos y, a mi me quedan de
coger dos autobuses para llegar a Velez, pero bueno, si hace falta me lo como
todo. Encima en el sorteo del resto de regalos me toco una camiseta de Li-Ning.
Menos mal que al final unos chicos muy majos de la
organización me acercaron a la parada del bus.
Cuando en el trayecto del autobús me llamo mi mujer para ver
por donde iba y, le conté que se acercará a la parada para recogerme, pensó que
me había roto algo, luego al verme con semejante caja alucinó. No sabía ni lo
que venía dentro pero cuando en casa empecé a sacar: un curso de 6 semanas de
matemáticas para niños 5-12 años de Smartick, un vale por un cambio de imagen
en la peluquería Boris Soler, una caja de aceite virgen extra de la Reserva de
Baena, botellas de cava, rioja y un botellón de vino tinto Adira de Málaga,
latas de pimientos del piquillo, piñones, un pedazo que te mueres de chorizo ibérico de bellota y con un queso
de cabra El Pinsapo de la Sierra de las Nieves, una latón de bonito, un cerete
de higos, un muñecote muy logrado de golosinas para los niños y no tan niños,
un lote de libros, y algún que otro detalle más, todo ello en una caja con una
decoración muy lograda. No sé si daremos abasto con tanta comida.
En resumen una mañana estupenda para correr con un montó de
gente animada y con una temperatura estupenda, por lo menos para mi que vivo en
Huesca, allí también se disputo a la misma hora otra San Silvestre, pero
supongo que con algún grado menos.
Muchas gracias a toda la organización que con tan pocos
medios ha dejado la semilla para que en próximas ediciones se consolide una
carrera que seguro que tiene muy buena acogida.
También desear que hayan logrado recaudar un montón de
dinero para el centro de La Casa de la Buena Vida y que tengan mucha suerte en
su andadura…y que nos veamos el próximo año.
¡Ah! la prueba no era competitiva, pero como algunos tenían
más prisa que otros, el primero fue el que antes llegó y el último el que más
aplausos se llevó, y entre ellos…pues el resto.