Días atrás había quedado en acudir a
la Kedada que había propuesto Fermín, del foro trailrunnigmalaga,
habían quedado a las 8 de la mañana del viernes 29, me apetecía
mucho, por lo menos cuando me comprometí a ir, ahora que se acercaba
la hora, la mente decía que sí, pero el cuerpo esta para otra cosa,
después del llegar a Velez el Jueves Santo a la hora del postre, y
tener tiempo apenas de vestirme para ir a las procesiones, dormí
escasamente cinco horas, y claro, me esperaban casi 50km, pero si en
las carreras los kilómetros no son problema, aquí no lo iban a ser
unas horas de sueño.
El despertador sonó a las 7, preparo
la mochila, y un yogurt y cuatro galletas me dieron la fuerza para
coger el coche e intentar llegar sin confundirme al polideportivo de
Ciudad Jardín, afortunadamente llegué a la primera, allí estaban
los valientes esperando, aparque bien le coche, y me presenté a los
cinc@ valientes, Fermín llegó el último y, tras comprobar que
estábamos todos y que ninguno más se había apuntado a última
hora, dimos unos minutos de cortesía e iniciamos la marcha.
¿Empezamos? |
En apenas unos minutos pasamos del
ladrillo especulativo, a un monte verde, me quede sorprendido, llevo
muchos años viniendo a estas tierras de vacaciones y no me podía
imaginar que a las puertas de Málaga capital hubiera semejante
vergel.
Entramos por un portón de piedra que
daba paso como digo un verde pinar, por una pista ascendente fueron
pasando los kilómetros, según nos íbamos adentrando te ibas dando
cuenta de la variado de la vegetación, no todo eran pinos y más
pinos, encinas, alcornoques y por supuesto mucho romero y si te
fijabas bien esparragueras, daban colorido al monte.
Aproveché los primeros kilómetros
para entablar conversación con todos ellos, uno rato con unos y otro
con otros. El ritmo era suave, así que pude disfrutar del paisaje
enormemente, según íbamos ganando altura las vistas eran
increíbles.
aquí nos dejan dos... |
Después de ganar altura empezó una
bajada que acabo en lo que en otras ocasiones era un barranco seco,
pero en esta ocasión necesitaba de un salto considerable para no
mojarte los pies. En este punto dos componentes de la kedada se
dieron la vuelta, no disponían de mucho tiempo, entre lo que
habíamos recorrido y lo que les quedaba con la vuelta, ya les
bastaba. Así que chicamarinz y creo recordar que Manuel, nos dejaron
hasta otra ocasión.
Los cinco magníficos, seguimos la
ruta, ganábamos de nuevo altura poco a poco, para llegar a la famosa
“valla” de la discordia, una valla en medio del camino impide a
los paseantes y ciclistas seguir su ruta, pero a nosotros solo nos
ocasionó el tener que ingeniárnoslas para buscar el paso que “los
animales del campo” realizan en la valla para poder pasar.
Tras recorrer un tramo de pista en muy
buen estado, tenemos que buscar otra vez el paso en la valla para
salir, en esta ocasión la valla esta llena de parches y pegotes,
puestos por un sitio y por otro, unos soldados, otros atortillados y
otros enganchados con alambres, vaya tela. Pero “siguiendo los
rastros de alguna cabra montesa” pudimos saltar de nuevo la valla.
Los más increíble de todo es el cartelito de parque natural que hay
a un metro de la valla, y encima cara adentro, vamos, que para leerlo
tienes que venir de dentro de la finca o pegarte a la valla.
La valla nos robo solo unos minutos de
conversación, pero enseguida nos olvidamos del tema y disfrutamos
del paisaje y de la conversación, yo iba atento a las explicaciones
de todos, especialmente a las de Fermín, que me describía los
lugares por los que íbamos pasando y los que se veían en la
lejanía.
La pista bajaba y como durante casi
todo el camino nos acompañaba el sonido del agua que discurría por
los arroyos, llegamos a uno en el que una fuente afloraba, y en esta
ocasión aprovechamos para llenar los bidones, esta experiencia no sé
cuando la volveremos a disfrutar, porque según Fermín, en pocas
ocasiones lleva agua.
Paco posando |
Los kilómetros pasaban y pasaban, unas
veces tiraban Lolo y Paco, y otras me juntaba con ellos, Fermín y
nuestro compañero venezolano iban un poco más retrasados, Fermín
quería ir tranquilito, ya que va a ir a Ronda y no quiere pasarse de
vueltas.
¿dónde estamos?...¿dónde vamos?... |
En una de las duras subidas me adelanté
con Lolo y Paco, y decidí tirar un poco solo, la verdad que este
tramo de pista era largo y tiraba bastante “parriba” cuando
faltaba poco decidí parar y aprovechar para tomar un pequeño
tentempié, al poco rato llegaron Lolo y Paco, nos abrigamos un poco
porque parecía que iba a llover y esperamos la llegada del resto.
Fermín fue el primero en llegar, nos dio el gps y dijo que
siguiéramos, que nuestro compañero el bolivariano venía un
poco tocado, ellos atajarían por un cortafuegos para de nuevo
enlazar con nosotros o quedar en la venta en la que finalizaba la
ruta.
esto nunca lio veremos... |
Según subíamos, las vistas resultaban
más impresionantes, de ver toda la costa malagueña en dirección
oeste, pasamos a ver la parte norte de los montes de málaga, torcal
de Antequera, y finalmente las Sierras de Tejeda y Almijara con su
cumbre más emblemática y alta de la provincia, La Maroma.
Pero antes de esto, nos quedaban
kilómetros que patear, después de una pista en forma de herradura
en la que apreciamos el cortafuegos por el que más tarde pasarían
el resto de nuestros compañeros de batalla, Paco nos enseñó la
venta en la que finalizaba nuestro “paseo” de casi 50km., cerca
parecía la cosa, pero el camino giraba y giraba para adentrarse de
nuevo en el monte y perder de vista nuestro objetivo final, vimos el
final del camino por el que se supone que saldrían el resto de la
expedición, y seguimos bajando y bajando, sabiendo que tendríamos
que ganar todo lo que habíamos perdido y algo más.
Cuando llegamos al fondo de la vaguada
empezaba una ligera subida, que poco a poco ganaba y ganaba altura.
En una de estas vimos fugazmente a nuestros compañeros y nos
quedamos más tranquilos, pues no sabíamos si el venezolano se había
recuperado o el hombre del mazo le había dado otra vez.
Lolo y Paco llegando |
Nosotros tres llegamos a la Venta del
Lobo y lo celebramos con unas fotos, y disfrutando de unas vistas
estupendas de Comares, Canillas, La Maroma, Torre, y una infinidad de
pueblos, estuvimos esperando un rato para acomodarnos en la mesa y
disfrutar de los estupendos manjares que servían en esta Venta.
Después de un rato de conversación llegaron los componentes de la
kedada, y aun hicimos un rato de espera para que llegara la mujer de
nuestro valiente venezolano, un simpática malagueña que alegró aun
más la estupenda comida, que fue el colofón a un día estupendo.
escoltado por Lolo y Paco en la Venta del Lobo |
platos de los montes al completo...pedazo avituallamiento |
el mejor momento...una buena compañia con buena comida |
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