martes, 31 de julio de 2012

Canillas de Aceituno - La Maroma (2.068 m)



Se abren las pupilas, son las 7 de la mañana del día de Santa Ana, fiesta local en Velez, son las fiestas en Torre del Mar, y creo que es un buen día para ir a correr por el monte. La intención es ir a La Maroma, el pico más alto de la provincia de Málaga, en Sierra Tejeda (2.068 m).
No tenía claro si ir o no, pero finalmente me decido, preparo la mochila, agua, un par de geles y barritas, un quesito, una pantera rosa y los aperos para el sol, antes de salir me tomo un yogurt y un poco de agua, entre una cosa y otra me planto en Canillas de Aceituno a las 8 y, después de un par de fotos comienzo la andadura.
 
El camino esta perfectamente indicado por estacas con la indicación SL-A142 y algunos hitos en la parte alta, que es la más complicada, sobretodo en días de niebla.

Canillas ya va quedando abajo
Arenas en la lejanía
como no...la Viñuela
Nada más empezar los carteles nos invitan a seguir el Sendero Casa de la Nieve y por fuertes rampas salimos de pueblo y nos adentramos en un pinar, ganamos altura rápidamente y comienzo a ver el pueblo en su totalidad y su imponente campo de fútbol, la Vega de Velez, desde donde partí hace ya algún rato, y como no, el pantano de la Viñuela, alterno la carrera con un paso ligero, la pendiente es fuerte y apenas da tiempo de calentar, pero pronto llego a la Fuente de la Rábita, un oasis en medio del camino, me dedico a leer las indicaciones de un cartel que anima a no molestar a los anfibios que debe de haber en una charca-fuente que está vallada, pero aquí cometo mi primer error, al entrar por la parte de arriba no de di cuenta de que el camino seguía hacia la Cueva de la Rábita, con lo que mis pasos se dirigieron al Collado de la Rábita un “subidita” que no me extraño, pero sí, el llaneo y la pronunciada bajada a un barranco que me hicieron parar y observar el paisaje, dándome cuenta de que algo fallaba, no podía haber una bajada tan fuerte, no tenía sentido, después de sopesar las opciones de dar la vuelta y comprobar si me había equivocado o no, decidí seguir y bajar al fondo del barranco, observé que frente al barranco subía un camino que podría llevar a la cima, así que para abajo, una pronunciada bajada, que sorprendentemente desembocó en una pista, esto me hizo cambiar de opinión y no buscar la senda que había visto, sino que me decidí por subir la pista a la derecha, aprovechando para tomarme mi “golosina”, la pantera rosa, subí y subí, algún pajarillo, alguna ardilla y…zasss, la pista se acaba,…y ahora que hago, no estaba dispuesto a deshacer el camino, así que tras observar un paisaje desconocido para mi, intuí que al fondo del barranco podría ir el camino, ya que se veía un collado.
¿dónde están las cabras?
Pero no bajé al fondo del barranco para no perder altura, así que como las cabras, y por camino de cabras, estaba todo lleno de cagadetas, me aventure barranco arriba, no se cuanto me costo, pero se me hizo eterno, vi un montón de cabras montesas, primero en la ladera de enfrente y luego a menos de 20 metros, claro, no se esperaban ver a un colgado por esas laderas tan empinadas, como iba con la cabeza gacha, cuando la levantaba para coger aliento y ver por donde seguir, me las encontraba gusto delante, estaba cansado y no veía el final del camino, con lo que decidí subir la ladera por la derecha, me costó más de lo que pensaba y, más de una vez las piedras se soltaban, con lo que tenía que tener cuidado con las piedras a las que me agarraba. Después de toparme con unas cuantas cabras de bruces, llegue arriba y comprobé alegremente una estaca a unos cien metros, mi alegría fue inmensa,…¡por fin estaba en el camino!, aunque no sabía cuanto me había desviado…ya lo averiguaría en la bajada.
Me metí en un pinar con unas excelentes vistas sobre el barranco de los Almanchares y, pronto pasé por el collado por el que creí que iba el camino y, por la fuente de la Gitana, que era donde acababa el barranco por el que subí, dejo a la izquierda un camino que también debe bajar a Canillas.
Viñuela desde el Collado de la Gitana

empiezan los zig-zag
Desde aquí me recreé con las vista de las paredes de la Maroma, tras algún zig-zag, atravieso el barrando de los Tajos Lisos, el camino baja un poco la pendiente y aprovecho para correr a un ritmo más alto, pero enseguida se empina, además el terreno está pelado, el calor aprieta un poco y debo esta atento a los hitos, y no sé donde estaba mirando que no vi la Casa de la Nieve.
El último tramo es bastante empinado y debemos estar muy atentos a los hitos, ya que vas un poco a ciegas, pero lo mejor, llegas a la cima casi sin darte cuenta, cuando empezaba a ver el vértice de la cima, no me lo podía creer, pensaba que me faltaba un rato, ya que levaba poco mas de 2h,30 de subida y habría estado casi 45 minutos perdido, pero sí, efectivamente había llegado, lo primero que hice es llamar a mi mujer para decirle donde estaba, ella sabía que había salido a correr, pero no donde.
 
Unas cuantas fotos por la cima, al vértice, a otros dos hitos grandes que parecían estar más altos, a los campos de cereales del norte, como no, a la Viñuela, y a inspeccionar los alrededores, me sonaba que leí algo de alguna grieta, pero no la puede encontrar, no recordaba en que dirección estaba, y tampoco encontré el buzón, que más tarde he leído que sí existe.
Después de respirar un poco encima del vértice, y sacar una foto, tomé un “aperitivo” y para abajo, en los primeros metros perdí algo de tiempo ya que las cabras me las encontraba increíblemente cerca, así que más fotos con el móvil, que luego no reflejan lo que realmente ves, pero bueno.
campos de cereal al norte de la Maroma
Cabras...
...y más Cabras, casi las toco

La Viñuela desde el barranco de los Tajos Lisos 
La bajada fue rápida, auque paré a sacar más fotos, a disfrutar del paisaje, y a beber agua, porque aunque en la subida el calor no apretaba mucho, no me puse la gorra ni las gafas de sol, según ibas bajando se notaba más.


La Maroma bajando


Cuando llegué al punto donde me había perdido, pude darme cuenta del error, y aunque el paisaje que me perdí era mucho más feo, también era más corto, y sobre todo menos peligroso, en un rato llegué a la Cueva de la Rábita, un lugar que parece que fue una antigua mina y más tarde lugar de culto por los moriscos, es una pena, ya que estaba lleno de botellas, no se quien se puede pegar la “pecha” de subir y luego tirar toda esta basura, pensé en llevarme algo, pero era demasiado, y mi mochila es diminuta, aunque tengo que decir que en todo el camino, aparte de no ver a ni un alma, por lo menos de mi especie, tampoco vi nada de basura, con excepción de una anilla de una lata, casi en la cima y una lata junto a la fuente de la Gitana, y ambos objetos fueron a para a un contenedor del pueblo.
fuente de la Rábita
Cueva de la Rábita

Desde la Cueva fue un paseo hasta el pueblo, casi hora y media con paraditas, picoteos y fotos turísticas.  

Ya en la plaza, sorbo de agua fresquita en la fuente junto a la estatua del cantaor “Antonio de Canillas” y saludo a un chico del pueblo que se me presento, supongo que hará lo mismo con todos los tipos “raros” que ve.
Antonio de Canillas

Casa de los Diezmos
Tras llamar de nuevo a mi mujer, aproveche para hacer turismo y ver un poco el pueblo, un pueblo precioso, con unas vistas preciosas, su iglesia, antigua mezquita, los restos del castillo, la casa de los diezmos, la plaza del ayuntamiento, sus preciosas callejuelas, y como no, aproveché para comprar algo y gastar los 5 euros de emergencia que llevo en la mochila, un pan de Canillas y una exquisita torta de aceite.


Vamos un “excursión” perfecta, a pesar de la perdida, con la que a vista de pájaro disfrute. La próxima vez ya no tiraré tanto de fotos, después de todo no salen como piensa,s y me dedicaré a disfrutar corriendo y disfrutando de las excelentes vistas.

En total, casi cinco horas, con perdidas, fotitos, picnic y vistas turísticas.
Volveré…

2 comentarios: