4-5/10/14
Otro año más, y ya van 5, en los que me planto en Alquezar
para disfrutar de en estas tierras del Somontano, es la 6º edición de este Ultra
Trail que cada año va creciendo en participación y en ofrecer diferentes
opciones a los distintios corredores que se quieren introducir en este
mundillo.
A excepción de la primera edición, en la que todavía no
conocía este nueva forma de vivir el monte, he estado siempre en la salida para
afrontar los casi 100 km de ediciones pasadas, y los 102km de la actual, con los añadidos que le han
dado una mayor belleza si aun cabe a este entorno.
Esta vez nos tocó madrugar a los Sietamorunners, Martin y
yo, salimos prontito de nuestro Siétamo para llegar a Alquezar con tiempo de
recoger los dorsales y acabar de prepararnos. Poco después de las 6 estábamos
plantados en la plaza baja de Alquezar cogiendo nuestro dorsal y bolsa de
corredor, saludos con los conocidos, y al coche a ponernos el buzo de faena.
Como siempre buen ambiente en la salida, aunque era un poco
pronto, últimas charladas con los colegas de faena y ¡pumm! el cohete anunciaba
la salida, esta vez un poco más atrás de lo deseado, me gusta salir un poco
adelante para poder bajar por el estrecho sendero que conduce a Villacantal sin
problemas.
Los casi 9km que nos separan de Asque se hacen muy rápidos y
no te puedes obcecar, queda mucho, mucho, mucho. Seguimos, para después de
cruzar el Vero, introducirnos en una de las zonas más bonitas de la carrera, las
pasarelas, a los pies de Alquezar, he pasado muchas veces por este lugar pero
siempre me impresiona, y más en una carrera.
En el avituallamiento de Alquezar, reposto bien de
“combustible”, la subida a Basacol con el calor que va apretando se suele
hacer dura, bajo hasta la pista, en esta ocasión mejor que en otros años, y me
voy acercando al avituallamiento de la Viña, antes bajamos al fondo del
barranco, para ahora sí, subir hacía la Viña, este año se hace más asequible al
no apretar tanto el calor, hemos salido una hora antes.
El avituallamiento de la Viña da un respiro para enlazar con
él Collado de Las Almunias, uno de los tramos que se suele hacer más duros,
aunque a mí me encanta, puede ser por el calor que pega, aunque como he dicho
antes, al haber salido una hora antes se hace más asequible.
Lo que si es realmente
duro y feo de narices, es la subida a la Sierra de Balces, nunca me ha gustado, y este año tampoco, ya me lo tomo con tranquilidad, además le temo a la bajada
a Rodellar, no se me suele dar bien últimamente, y como siempre Monrasin retratandonos...
Pero este año en la bajada, las fuerzas me respetan y
disfruto un montón, ¡a toda leche!, en la parte final aflojo, porque me iba a
reventar bajando, y no era plan, ya me reventare subiendo…
En Rodellar cogí la bolsa que nos dejaron, apenas saqué algún gel, tome algo de sólido y liquido, y llamé a mi mujer para darle
“novedades”. Ya llevábamos 45km , este digamos, es un punto de no retorno, si no
abandonas aquí, ya prácticamente tienes que tirar hasta Las Bellostas, pero bueno, para esto queda mucho.
Ahora teníamos que ver una de las zonas nuevas que han
añadido, preciosa por cierto, por lo menos la bajada al Puente Coda, la subida
la dejaremos en un 5, un poco pesada, después de “coronar” la Peña Grau, una
bajada bastante rápida hasta la Fuente de Mascún, a la que había que desviarse
unos metros si querías disfrutar de sus frescas aguas, cosa que hice y en la
que encontré al incombustible Javisa, con él disfruté nuevamente de un tramo de
la carrera, duró poco, porque en la Costera se me fue escapando poco a poco.
Este tramo me deja cascado, pero este año también lo llevo
un poco mejor, aquí en Otín nos espera un inesperado avituallamiento, con agua,
pero que es bien recibida, deben estar aquí por que tienen que controlar que no
pase nadie a partir de las 19 horas, el tramo que viene a continuación es el
segundo que nos han añadido, es un poco peligroso para hacerlo de noche, además
merece la pena hacerlo de día, es impresionante.
Lo hago como puedo, pero disfrutando de su belleza, una vez
más nos acercamos al Mascún. Volvemos nuevamente al gr1 para llegar a Letosa,
me tumbo en el suelo, estoy bastante cansado, pero no me puedo quedar mucho que
me duermo, arriba, y tras ser retratado nuevamente por el sr.ornitorrinco salgo
en busca de Las Bellostas, este tramo no es muy largo, y su parte final me gusta
bastante.
patas arriba en Letosa |
Este es el último punto de no retorno, si sales de aquí, ya
tienes que hacer los casi 40km que aun quedan, a muchos ya les pilla la noche,
yo intentaré llegar al Colla de Pedro Buil de día, los últimos años lo he
conseguido, ¡por segundos!, ya que llego prácticamente a oscuras. Este año no
podía ser distinto, con el último rayo de sol rebuscado llego a Buil, un poco
de sólido e hidratación, y me pongo como me recomiendan, algo de abrigo, más tarde tuve que quitármelo, hacia un calor increíble.
Desde aquí la carrera cambia, hasta ahora había compartido algún
pequeño tramo con algún corredor, pero al poco de salir de Buil un corredor guipuzcoano, Txemi (Jose Miguel Mediavilla), que me pasa, se para junto a mí, y ya disfrutamos de todo lo que quedaba de carrera juntos.
Nos lo tomamos con calma, unas veces por mí y otras por él,
pero ya la cosa no iba a cambiar mucho, además como le digo, esta vez tengo que
llegar aunque sea el último, si acabo la carrera seré finisher también en la
Chalenger, y esto supone que el próximo año tengo las tres Ultras de Huesca a mitad
de precio, que no es moco de pavo, pero
bueno a parte de esta anécdota, es agradable compartir “hazañas” con otros
corredores.
Llegamos a Sevil, como siempre cachondeo con las voluntarias
más simpáticas, sin menospreciar al resto, un poquito de conversación y a
continuar, ya quedan menos de 20km para meta.
La bajada la hacemos tranquilos, más de lo que yo hubiese
querido, pero la compañía merecía la pena, ya estamos en en Radiquero, famoso
por su ambiente y chocolate, esta vez no lo probé, aquí le esperaba a mi
compañero su familia, creo que esto le dio fuerzas para los 4km que nos quedan.
Son pocos, pero la subidita a estas alturas…aprovecho como
siempre para llamar a mi mujer, sus
ánimos diciendo que voy bien me da un pequeño empujoncito, para llegar a la
pista, que en bajada nos dejará prácticamente en Alquezar.
Este tramo si que lo hago siempre a saco, además disfruto
un montón, sobretodo desde la ermita de San Gregorio, pero ya para lo que
quedaba, y además me recordó mi compañero, Challenger,
challenger, no te vallas a romper el tobillo a última hora.
Ya estábamos, las luces que iluminan la Colegiata te suben
la adrenalina, estamos pisando Alquezar, pasamos junto a la piscina, los
parking, las primeras calles, y por fin, la alfombra roja, aplausos del publico que todavía queda, ya son las 12.30 de la
noche, 17,30 horas hemos pasado disfrutando y, también sufriendo un poquito.
Saludos y despedida hasta mañana en la comida, apenas como
nada, me apetece ducharme, no tengo muy allá el estomago, duchita, en la que
coincido con otro Challenger, un viejo conocido, en el Ultra de Sobrarbe iba
delante de mí y se cayo, se debió de hacer daño la rodilla, y desde
entonces le pregunto que tal le va.
Tras la ducha, bajo a intentar tomar algo, apenas puedo
tomar medio trocito de fuet y media cervecita, con las mismas me voy a dormir a
la furgo hasta que llegué Martin.
Martin y Michel, "haciendo las paces" |
Creo que estoy medio descansando, tres o cuatro horas, acerco
la furgo a la plaza de abajo para que Martin no tenga que andar mucho, y voy a
esperarlo a meta, mientras espero, llega su gran rival, Michel Borras, y juntos
esperamos, podemos ver como entra en meta con cara de felicidad con sus
compañeros de faena del Ultra del Aneto.
Después de unas risas y un brindis con patxaran, nos vamos
para Siétamo, quiero llegar antes de que amanezca, y lo consigo, pero por poco.
Por la mañana me levanto para acudir a la comida y a la
entrega de premios, me acompaña Javi,mi hijo mayor, le hace ilusión.
Javi |
La entrega de trofeos, fue todo una ceremonia, quizás un
poco larga, pero con todas las carreras y las categorías se hizo ameno, tenía
maneras el del “gorrito”, además para una vez que subo al podium.
los Challenger |
Después de esto, todos a las piscinas a comer, pudimos
repetir y todo, pero lo importante, pasamos un rato muy agradable, el tiempo
acompañaba y la comida también.
Gracias como todos los años a la organización y a los
voluntarios, que hacen que año tras año nos animemos en seguir viniendo a esta
bonita carrera, nos vemos…
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